Andalucía puede ser la primera comunidad en prohibir esta actividad profesionalMadrid. Pendientes de lo que ocurra al final en Andalucía. Así viven los cerca de 20.000 profesionales de la visita médica, que recorren los centros de salud de España promocionando sus productos y ayudando a la formación de los profesionales sanitarios, ante la futura Ley de Farmacia de Andalucía. Y es que el artículo 92.2 del borrador recoge "la prohibición de toda la promoción de medicamentos, incluida la denominada visita médica, en todos los centros asistenciales de Andalucía", lo que, en opinión de la patronal del sector, "deja escaso margen a la interpretación", como defiende la Consejería de Salud, que tendrá que aclarar, entre otros aspectos, si dicha prohibición se limita exclusivamente al horario de consulta de los médicos. La falta de una disposición de ámbito nacional que regule la visita médica está provocando que cada comunidad autónoma haga la guerra por su cuenta y fije condiciones distintas en el número de visitas permitidas a los centros (entre cuatro y seis anuales por laboratorio), su duración e, incluso, la evaluación de estas actividades y su relación con el gasto farmacéutico.El sector teme que la prohibición andaluza pudiera provocar un efecto dominó al copiar en otras comunidades autónomas, lo que podrían en grave riesgo el empleo del sector. La nueva Ley del Medicamento no veta la promoción y, de hecho, la contempla como una vía de formación de los profesionales sanitarios. Lo que sí prohíbe son las primas, obsequios, premios, concursos o bonificaciones cómo métodos de promoción de medicamentos y recoge como infracción el incumplimiento de los requisitos establecidos en las comunidades autónomas.A juicio del vicesecretario de la Organización Médica Colegial, Francisco Toquero, es lógico que una normativa pueda prohibir la visita médica "si entorpece la labor del médico" y reclama una formación de "calidad, independiente y avalada por la comunidad científica", ya venga de la Administración o de la industria farmacéutica.Por su parte, Óscar Mario Rilo, presidente de la Confederación Española de Asociaciones Profesionales de Informadores Técnicos Sanitarios (Ceatimef), "confía en que se llegue a un acuerdo" y "desaparezca del texto la prohibición". La Consejería de Salud de la Junta de Andalucía y la Federación Andaluza de Informadores -que agrupa a los visitadores médicos andaluces- se reunirán posiblemente este lunes para buscar una solución.En declaraciones a este diario, Óscar Mario Rilo lamenta que la Junta no haya contado para nada con el sector y advierte que "no hay precedente ni en España, ni en Europa" del veto que quiere imponer Andalucía. A juicio del presidente de Ceatimef, "posiblemente" estén pagando los platos rotos de la tirantez que mantienen Farmaindustria -la patronal de los laboratorios farmacéuticos- y la Junta, cuyo origen se explica en parte por la política activa de prescripción de medicamentos por principio activo que impulsa la comunidad andaluza. La Consejería de Salud aseguró el jueves que procederá a un nuevo redactado de la ley para aclarar el sentido de las actividades de promoción del medicamento.En caso de que la revisión no satisfaga a este colectivo, Ceatimef ya ha convocado una Asamblea Informativa, el 22 de septiembre, en el Palacio de Congresos de Sevilla, para analizar las repercusiones de la Ley Farmacéutica de Andalucía y plantear sus reivindicaciones. Como explica Óscar Mario Rilo, "no exigen nada, sino poder trabajar" y que se regulen unos mínimos para el Sistema Nacional de Salud.