madrid. La directora general de Farmacia, María Teresa Pagés, y el presidente del Consejo Oficial de Farmacéuticos de Madrid, Pedro Capilla, coincidieron ayer en su defensa "firme" del modelo español de farmacia, ante el proceso desregulador impulsado por Bruselas y que mantiene en jaque a los boticarios españoles.En la respuesta remitida por el Gobierno a la Comisión Europea, se subraya "el elevado nivel de protección de la salud pública que ofrece, los excelentes resultados en cobertura, la calidad del servicio y la satisfacción de los usuarios" del sistema español de farmacia. El escrito que Sanidad presentó ayer a las comunidades autónomas pone de relieve que el 99 por ciento de la población española dispone de una farmacia en su lugar de residencia, ya sea en medio urbano o rural, siendo el ratio de habitantes por farmacia sólo superado por Grecia y Bélgica.Precisamente Pedro Capilla incidió ayer en este último punto, durante la presentación del XV Congreso nacional Farmacéutico, que se celebrará en Cádiz del 4 al 6 de octubre, al advertir que la desregulación del establecimiento de farmacias provocará la apertura de oficinas en los lugares de mayor poder adquisitivo, en detrimento de las zonas rurales.El presidente de los farmacéuticos recordó que la farmacia es el servicio sanitario que menos denuncias y reclamaciones acumula de los consumidores y se preguntó si los cambios que propone Bruselas benefician al ciudadano porque, en su opinión, los modelos desregulados no han demostrado "ofrecer mejoras".El Ministerio de Sanidad esgrime además que la Comisión no ha acreditado que la legislación española vulnere el derecho comunitario en su planificación territorial.