Las negociaciones, que se prolongarán hasta diciembre, parten de posiciones totalmente enfrentadas y serán durasMadrid. ¿Pagarán los teléfonos móviles un canon por derechos de autor? Éste es uno de los muchos interrogantes que se pondrán, a partir de hoy, sobre la mesa de negociación que tiene que establecer el canon digital que estará vigente para los próximos dos años.Por un lado, están las entidades de gestión de derechos de autor apadrinadas por el Ministerio de Cultura; por otro, las asociaciones más representativas de la industria electrónica -Aetic y Asimelec- apadrinadas por el Ministerio de Industria. Y cuatro meses para decidir qué aparatos electrónicos tienen que incluir entre sus costes un canon para compensar a los autores por la pérdida de ingresos que supone la digitalización e intercambio de libros, fotos, música o vídeo. Parece claro que entre los nuevos aparatos que pagarán un canon estarán los reproductores de música tipo MP3 o Ipod. En el caso de las memorias de bolsillo (pen drive) en principio sólo se grabarán los que también reproduzcan música.Con todo, la negociación más dura estará no tanto en los dispositivos como en el modelo de pago. Los fabricantes defienden que el canon sea proporcional. Es decir, que se pague según el precio de venta y no exclusivamente por el número de dispositivos vendidos. "No tiene sentido que los productos vayan madurando y bajando de precios y sin embargo el canon permanezca inamovible", explicaba a este periódico José Pérez, director general de Asimelec.Las entidades de gestión de derechos defienden, en cambio, que el modelo sea el de un canon fijo por dispositivo, "porque el salario de los creadores no puede estar sujeto a las leyes del mercado o los costes de producción de los productos", explicaba el director corporativo de la SGAE, Pedro Farré, hace unos meses en elEconomista. "Si un determinado fabricante opta por regalar su producto, ¿tendrían que dejar de percibir derechos los creadores de contenidos?", dice.En cualquier caso, las negociaciones se prometen "duras", como han dado a entender desde la industria. Si no se llegara a un acuerdo antes del 8 de diciembre, el Gobierno podrá fijar la lista y las cantidades del canon de forma unilateral, según la nueva Ley de Propiedad Intelectual que entró en vigor el pasado 7 de julio.Fuera de la mesa, el Gobierno también estará presionado por las asociaciones de consumidores y de internautas, las empresas de reprografía, fotografía y documentación, todas ellas integradas en la plataforma Todoscontraelcanon, que a día de hoy ha recogido más de 600.000 firmas contra la aplicación de la ley.