Pedirán simbólicamente que dimita el conseller de Justicia, desde hoy en funcionesMadrid. La propuesta de reforma del turno de oficio en Barcelona ha encrespado los ánimos de los cerca de 3.000 abogados que ejercen en esta provincia (el 21 por ciento de los colegiados en Cataluña). Tanto que el próximo día 15 un grupo de letrados se manifestará por las calles de la capital catalana para pedir de forma simbólica la dimisión del conseller de Justicia de la Generalitat, Josep María Vallés, desde hoy en funciones.La marcha transcurrirá desde la sede del del Consejo de Abogados de Cataluña (calle Roger de Llúria con Mallorca) hasta el Departamento de Justicia (en las calles Pau Claris con Caspe). No será la primera manifestación contra la reforma del turno de oficio. Ya el 31 de julio realizaron una concentración ante el Departamento de Justicia de la Generalitat, con la participación de apenas un centenar de abogados.Hasta ahora, los abogados "rebeldes" no han logrado implicar al Colegio de Barcelona, a pesar de que el servicio de la justicia gratuita está organizado por los colegios."Entendemos el nerviosismo y la ansiedad general pero ahora no es el momento adecuado para realizar acciones de este tipo", explicó ayer a este periódico un portavoz del Colegio, quien aclaró que no sería prudente para la institución romper puentes especialmente ante la incertidumbre por las próximas elecciones en Cataluña.Además, el Colegio considera que ya ha manifestado suficientemente su rechazo al proyecto de la Generalitat con iniciativas como la entrega, el pasado julio, de un manifiesto de rechazo firmado por todos los colegios de abogados de Cataluña al consejero de Justicia."En ningún caso se pueden admitir alternativas al modelo actual que supongan la posibilidad de crear una justicia para ciudadanos de primera y una para ciudadanos de segunda con insuficiencia de recursos para litigar", señalaba.De cualquier forma, la marcha del próximo día 15 será algo insólito: un sector tradicionalmente conservador se echará a la calle. Los ánimos están calientes en la justicia catalana.