MADRID. Pensar, sentir o dudar, es un delito: un delito penado con prisión. Estamos en el siglo XXIII (en el año 2225) y somos un grupo de presidiarios de Mazzinia, una cárcel de máxima seguridad. Un grupo de hackers, miembros clandestinos del Comando Mazzinia Libre, van a contactar con nosotros para ayudarnos a escapar pero, para lograrlo, tendremos que conseguir las claves de seguridad del sistema y resolver con éxito la misión que nos encomienden. Así, tendremos que ir superando pruebas, descifrando enigmas, mientras intentamos salir del laberinto de habitaciones y salas que componen la prisión. Hay que estar preparado para todo porque el ordenador central sigue nuestros pasos para conseguir desmantelar el plan previsto. Se trata, por supuesto, del argumento de un videojuego... aunque más original. En el centro de Madrid, en Capitán Haya, un edificio modernista de los años 60 esconde esta aventura que está triunfando entre todos los públicos. Javier Villar, director general de Négone, explica las claves de este éxito: "Se trata de un concepto absolutamente innovador del ocio, hemos mezclado el mundo real y al virtual". En efecto, no existe nada en el mundo similar a Négone. Es el primer videojuego real que se ha puesto en marcha y, muy probablemente, el primero de una larguísima lista. El centro Négone tiene un total de 4.200 metros cuadrados distribuidos en tres plantas. Además de un local de copas, los pisos subterráneos protegen la prisión, el Centro para la Reorientación de la Conducta Mazzinia. Pero, tras esta explosión de originalidad, se encuentran unos emprendedores, que han puesto el capital y la tecnología nacional al servicio de esta singular aventura. Jorge Juan García y su hermana Silvia son los precursores de la última vuelta de tuerca a la industria del ocio.Unos antecedentes brillantesNo es ni mucho menos su primera aventura empresarial. En el año 2004 fueron protagonistas en una de las operaciones empresariales consideradas como más brillantes: la compra de Kelko por Yahoo. La venta arrojó un resultado de 475 millones de euros, de los que el 40 por ciento se quedaron en España de su mano. Ahora, se inician en esta empresa y, como Villar apunta, "esto también supone una garantía para el negocio". Négone lleva invertidos unos 15 millones de euros. Su inauguración se celebró en octubre del pasado año, "aunque ya habíamos realizado una experiencia piloto, durante un año, que nos sirvió para testar al público y, fundamentalmente, para intentar pulir ciertos aspectos tecnológicos". Actualmente, Négone factura unos tres millones de euros anuales y está ultimando sus planes de expansión, "en principio, queremos centrarnos en los parques temáticos. La idea es incluir Négone como una atracción más", asegura Villar. Después de lograr su consolidación dentro del territorio nacional, piensan ya en la internacionalización del negocio. ¿Los destinos estudiados? "No hay nada decidido pero Estados Unidos y Japón son dos buenas opciones tanto por su desarrollo tecnológico como por su concepto del ocio". Sin duda, son muchas las compañías que se han interesado por esta nueva generación de videojuegos aunque reconocen que no se plantean vender el producto, "la idea es asociarnos". En Négone, nada se deja al azar. Su intención es seguir introduciendo elementos (como robots) que contribuyan a mejorar el juego y evitar así su desgaste. La vida útil de una aventura de este tipo, durante la que rentabilizar la inversión, es de unos cuatro o cinco años. Sin embargo, como apunta Villar, "ya estamos preparando otros juegos que se puedan adaptar". Según sus cálculos, cambiar las instalaciones no supondría una inversión demasiado costosa porque está todo pensando para que, con unos mínimos cambios, se puedan ambientar nuevas aventuras. Además del público individual, Négone encuentra una parte importante de su clientela en las empresas. "Normalmente alquilan el local para realizar presentaciones de productos". Así, invitados y empleados disfrutan jugando a La fuga. "Es muy divertido porque personalizamos el juego y, en lugar de un hacker anónimo, ponemos al director general o al presidente haciendo preguntas sobre la propia empresa". Grupos de amigos, colegios... la marea de negoneadictos es de lo más variopinta "hay una horquilla muy amplia que va de los 10 hasta los 30 años". Y, además, muchos repiten "claro, es un videojuego y, en cada visita, se realizan recorridos y pruebas diferentes", aclara Villar. "Se trata de un juego de estrategia que obliga a los participantes a estar muy atentos, a utilizar los sentidos", concluye. No hay armas, no hay violencia, sólo una hora de aventuras. ¿Claustrofobia? Apriete el botón de emergencia. Un negocio made in Spain con chispa.