madrid. Restaurantes, tiendas de alimentación, sector textil, cosmética, bisutería, todo a un euro... en la actualidad existen multitud de pequeñas empresas chinas, pymes, que desarrollan su actividad en España. E incluso hay micropymes, negocios familiares que fomentan su labor en nuestro país... aunque muchas de ellas sean fantasmas (ya que al no estar registradas no se tiene constancia de su existencia). Según el último informe de la Secretaría de Estado e Inmigración, en España residen 91.400 chinos. Aunque es una sociedad un tanto desconocida e incluso desconcertante para muchos, lo cierto es que es casi imposible encontrar una calle donde no haya un comercio gestionado por ciudadanos chinos. Según el servicio de estudios, Serficoin, la población china se multiplicó por seis en España entre 1991 y 2001. En tan sólo los tres últimos años se ha doblado, y ahora hay diez veces más chinos que hace 13 años. Es Madrid, la comunidad autónoma, donde más asiáticos hay junto con Cataluña. "En barrios como el de Lavapiés o Tirso de Molina, el mercado textil está copado en un 97 por ciento por chinos", señala Celestino Nieto, vicepresidente de la Asociación de vecinos y comerciantes de Tirso de Molina y Lavapiés (Atica).Competencia deslealPero no sólo el sector textil está tomado por los ciudadanos chinos. Lo cierto es que en España existen multitud de comercios que desarrollan su actividad de forma ilegal. En Cataluña, los pequeños comerciantes apuntan a que más del 35 por ciento de las tiendas chinas carecen de licencias para vender. Esta situación perjudica y debilita el sector, que ve como la competencia desleal hace cerrar numerosos comercios tradicionales. De hecho La Federación Círculo Empresarial Independiente (FCEI) y la Asociación de Chinos de España (ACHE) firmaron un acuerdo donde pretendían frenar la proliferación de comercios ilegales en España. Y es que ambas entidades quedaron atónitas al ver con qué rapidez se abrían algunos locales en barrios como Lavapiés. De hecho la FCEI concluyó, el año pasado, que más de un millar de comercios regentados por ciudadanos asiáticos, la mayoría de ellos por chinos, funcionaban sin licencia.Según Serficoin, empresa de referencia en el mercado español de externalización de servicios para entidades financieras, en España hay 4.000 restaurantes chinos en nuestro país, 3.200 tiendas de todo a un euro, 1.500 establecimientos de frutos secos, 600 almacenes mayoristas, 200 talleres textiles, 120 establecimientos de revelado de fotos y 80 tiendas donde sólo se vende comida china. En total 9.700 pequeñas empresas. Tan sólo en Madrid se han detectado 1.650 locales ilegales aunque fuentes cercanas al sector señalan que podrían superar los 3.500.El director del servicio de estudios Serficoin, Diego Apesteguia, señala que "al principio venían a España para montar restaurantes y actualmente se están expandiendo por otros sectores". Y es que "se abren a nuevos campos, como es el de la construcción; en Cataluña se están formando cuadrillas de chinos porque son mano de obra barata, eficiente y están predispuestos a trabajar horas extras e incluso festivos", aclara Apesteguia.De hecho, China invirtió 1.175 miles de euros en Cataluña en 2002, representando esta cifra un 84 por ciento del total de inversión china en el estado español (1.401 miles de euros).La capacidad de trabajo de los ciudadanos chinos es en algunas ocasiones llamativa. Ya no sólo se encargan de comercializar los productos sino que incluso el sector minorista ha experimentado un gran cambio. La comunidad china prácticamente controla las tiendas de bazares, no sólo vendiendo los productos sino incluso controlando su distribución. Según estimaciones del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, existen en torno a 16.000 bazares en España.¿Pero desde cuándo este boom en los comercios chinos? Diego Apesteguia señala que "hace dos o tres años hubo una auténtica expansión" y Felipe Cheng, portavoz de la Asociación de Comerciantes Chinos en España (Acce), aclara que "cinco o seis". Según el estudio de Serficoin el 84 por ciento de los comercios con propietarios de nacionalidad china llevan abiertos un máximo de cinco años.Uno de los principales problemas a los que se enfrenta la comunidad china en España es el idioma. Según un estudio de la Cámara de Comercio de Navarra, el 88 por ciento de los encuestados chinos señalan éste como principal conflicto para la creación de una empresa. 'Chinatown' en MadridLa fiebre por lo asiático y la presencia en nuestro país de los más de 91.000 chinos hace que las grandes empresas y constructoras vean un tirón en el campo. GMR, uno de los grupos inmobiliarios especializado en la gestión de parques comerciales y de ocio, se encargará de construir el primero de los cuatro grandes centros comerciales chinos que se abrirán en España. Será para mediados de 2007 cuando este espacio ambientado en Chinatown se haga realidad. El primero de ellos se construirá en Madrid y los siguientes en Alicante y Valencia, y aún se estudia la opción del País Vasco. Las actividades que se desarrollarán en su interior serán principalmente venta mayorista y minorista de productos muy variados, así como artículos de decoración y restauración típica oriental, según señala el estudio.Y es que alrededor de la comunidad china en España se desarrollan multitud de negocios de ocio e incluso de comunicación. Actualmente existen numerosos periódicos y revistas destinadas a la información de la comunidad, locutorios, agencias de viajes, asesorías y hasta tiendas medicinales.