madrid. Hace justo un año, el grupo 3E, una empresa china especializada en la importación de productos electrónicos del país asiático, creó su propia editorial en España: Mediterránea Cultura y Medios. El primer paso fue la creación de El Mandarín, un periódico centrado en el turismo y la economía, cuyo objetivo es estrechar las relaciones entre los dos países. El año que viene se celebra en China el año cultural de España y la directora de El Mandarín, Esperanza Liu, advierte a las empresas de nuestro país que no pueden perder el tren frente al resto de Europa. Los datos, de momento, no son alentadores. Sólo una de cada dos mil empresas extranjeras en China es española.P ¿Cómo surgió la idea de crear un periódico en España?R Creemos que existe una gran oportunidad para entrar en el mercado. Tenemos otro diario dirigido a los consumidores chinos, pero lo que pretendíamos con El Mandarín es dirigirnos, sobre todo, a las empresas españolas. Lo enviamos de forma gratuita a todos aquellos con intereses en China, además de agencias de viaje, organismos oficiales y tiendas y restaurantes chinos en España. Hemos alcanzado también acuerdos para distribuirlo con Air Europa y Air Plus en los vuelos a China y estamos negociando uno similar con Lufthansa. Además de la economía, ahora estamos pensando en potenciar otros contenidos, como la cultura o el turismo.P ¿Qué tirada tienen? R Estamos distribuyendo 10.000 ejemplares de forma gratuita en Madrid, Bacelona y Valencia. Y hemos entrado también en Internet. El Mandarín es semanal y el primero de estas características que se publica en España. Pero montar un periódico nunca es fácil y requiere mucho trabajo. Nuestra idea en un futuro es tener también una emisora de radio y un canal local de televisión.P ¿Existe interés entre los españoles por China? R En la embajada china en España se reciben todos los días multitud de llamadas. Aunque la mayoría son personas interesadas en viajar allí y piden sólo datos sobre el país y sus características, cada vez hay más empresas que preguntan sobre las vías para vender en China. Muchas empresas pequeñas quieren invertir en el mercado chino, pero no saben cómo hacerlo, cómo funciona el sistema financiero o cómo interpretar la legislación. Nosotros pretendemos ofrecerles información útil sobre todo esto. Queremos convertirnos en una herramienta de apoyo.P ¿Cree que las empresas españolas tienen una presencia destacada en China? R Desgraciadamente, todavía no. Las cadenas de moda, como Mango o Zara, que acaba de entrar, tienen un éxito arrollador. A los consumidores chinos les gusta la moda española y sus tiendas están siempre llenas, a pesar de que venden sus productos mucho más caros que aquí. Pero es sólo una excepción. El vino que se vende, por ejemplo, sigue siendo francés y el aceite italiano. El problema es que los chinos saben todavía muy poco de España. Identifican al país con los toros, el flamenco o el fútbol, pero cuando tienen que comprar bienes de consumo, prefieren los de otros países de Europa. P ¿Y qué se puede hacer, en su opinión, para cambiar eso? R China dedica cada año a un país. Hay todo tipo de actividades. Se potencian las relaciones comerciales y se celebran ferias para mostrar los productos. El año que viene es el año cultural de España y las empresas no deben dejar escapar esta oportunidad. Creo que la industria alimentaria es la que tiene, posiblemente, un mayor potencial para crecer en China, sobre todo los productores de vino y de aceite. Pero también el sector de las telecomunicaciones puede hacer cosas importantes. P ¿Qué recomendaría a las empresas españolas? R Que pierdan el miedo y se lancen al mercado. El diez por ciento de la población china, unos 140 millones de personas, tiene un altísimo poder adquisitivo, muy superior, por ejemplo, al del consumidor medio en España. Insisto en que las empresas españolas deben aprovechar esa oportunidad porque si no lo harán otros.P ¿Cuál es el mejor camino para entrar, con un socio? R Sí, eso es lo ideal. Yo aconsejeraría a todo aquel que esté interesado en exportar a China, que busque un socio local, que conozca ya el mercado y con el que se pueda ir a partes iguales.