La ley fracasa como fórmula para mejorar la viabilidad de las compañías en crisismAdrid. Los dos años de aplicación de la Ley Concursal, que hoy se cumplen, se saldan con la amarga sensación de fracaso para la reforma estrella del derecho mercantil español. Y es que esta ley -aprobada con consenso tras un lustro de negociaciones- no ha cumplido sus grandes expectativas: ni ha servido para salvar empresas ni tampoco ha servido para acelerar los procedimientos.Los expertos vaticinaron, por ejemplo, que la aprobación de la ley concursal supondría un aumento significativo en el número de declaraciones de insolvencia, como sucede en el mundo anglosajón, y especialmente en Estados Unidos. Los pronósticos no se han cumplido y el número total de concursos en este período (1.627 según el INE) no difiere de la suma de las antiguas suspensiones de pagos y quiebras en periodos similares.De éstas, el 85 por ciento tienen menos de 50 trabajadores, y el 65 por ciento, menos de 20 empleados. En total, se estima que se han visto afectados por concursos cerca de 40.000 trabajadores. La inmensa mayoría de los procesos acaban en liquidación, lo que demuestra que las pymes acuden los concursos cuando ya son pocos los muebles que se pueden salvar.Impacto escasoUna explicación del escaso impacto de la ley concursal puede ser la bonanza económica de estos dos años, con un crecimiento del 3,4 por ciento del PIB en los dos últimos años, según el último análisis del Registro de Economistas Forenses (Refor) conocido ayer.Los análisis de Crédito y Caución indican, en cambio, que el mercado penaliza los concursos como si se tratara de quiebras definitivas. De ahí que la mayoría de empresas acudan a este procedimiento de forma voluntaria sólo cuando la situación patrimonial está ya muy deteriorada y es imposible alcanzar un convenio con los acreedores sobre el acuerdo en un plan de viabilidad.El desconocimiento de la ley es generalizado. Basta leer los periódicos. La ley ha tenido más eco en los medios deportivos (por los numerosos clubes involucrados en procesos concursales) que en los económicos y de información general, según el Refor. Sólo recientemente, a raíz de la insolvencia de Fórum Filatélico y Afinsa, los medios se han empezado a interesar por este procedimiento, ya ambos casos afectan al 1% de los españoles. Sin duda, Fórum y Afinsa serán una prueba de fuego de la ley concursal.Un proyecto negativoDe la falta de ilusión que genera esta ley se ha contagiado incluso en el Gobierno que ya ha puesto en marcha un proyecto legislativo que pervierte uno de los pilares de la ley concursal: la "poda de privilegios" de Hacienda y de la Seguridad Social -destacada en la exposición de motivos- frente al resto de los acreedores en la fase de liquidación patrimonial.El Refor calificó ayer de "negativo" el proyecto de ley sobre concurrencia y prelación de créditos, aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 21 de julio, que "engorda las deudas para que Hacienda pueda cobrar más y pone en peligro el reparto de la masa entre los acreedores", señalaron ayer. Esta crítica se une al dictamen negativo del Consejo Económico y Social (CES) al proyecto del ley.Además, los economistas creen que también son muy mejorables otros aspectos de la ley, como la elaboración de un presupuesto objetivo del concurso, las limitaciones de los administradores concursales para actuar en los distintos juzgados o las relativas a la presentación del informe por parte del administrador. Procesos lentosEn conjunto, los economistas consideran que "la regulación concursal ha supuesto una mejora respecto de la legislación anterior al unificar el mismo procedimiento para comerciantes y no comerciantes", explica el Refor. También destacan como elemento positivo la creación de los juzgados especializados en lo mercantil. Aunque la escasa dotación de medios y de jueces por parte del Ministerio de Justicia ya ha provocado un cierto colapso en estos juzgados. Y así, los plazos, que iban a ser cortos cuando entró en vigor la ley, se han ido dilatando. De los ocho meses de tiempo medio cuando comenzó a funcionar la ley se ha pasado a la resolución de incidentes concursales en cerca de dos años.