5.000 facultativos españoles trabajan fuera de España, unos 1.000 se van cada añomadrid. Las quejas médicas no son gratuitas, sino que se sustentan en cifras contantes y sonantes. La reciente celebración del Día Mundial de la Salud sirvió para que médicos y enfermeros recordaran a las autoridades sanitarias las escuálidas plantillas profesionales de los servicios de salud y la enorme presión asistencial a la que están sometidos por unos sueldos y unas condiciones laborales y profesionales discretísimas. La válvula de escape a esta situación ha sido la emigración a otros países. La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) calcula que, al menos, 5.000 facultativos trabajan fuera de España. Unos 1.000 se van de España cada año, según la Organización Médica Colegial que preside Isacio Siguero. Los destinos preferidos son el Reino Unido, Francia, Bélgica o Alemania, donde los salarios son hasta tres veces superiores a los que se perciben en España. Incluso Portugal se ha convertido en una referencia debido a que las retribuciones en el país luso son también más altas.La contratación de 45 médicos polacos anunciada ayer por la sanidad extremeña, por ejemplo, que se suman a los 24 especialistas contratados en 2005, revela hasta qué punto existe una carencia de especialistas en España. Otras comunidades autónomas como Cataluña, Andalucía o Castilla La Mancha también se han sumado a esta política de contrataciones en el extranjero para cubrir sus plantillas. Según la Conferencia de Sindicatos Médicos, ni aumentado el 50 por ciento el número actual de plazas de estudiante de Medicina, España lograría neutralizar el descenso previsto de profesionales para el inmediato futuro. Más inmigraciónEsta situación también está motivada por el aumento de las jubilaciones (adelantadas desde el año pasado a los 65 años), el envejecimiento de la población y la llegada masiva de inmigrantes como las principales causas de que escaseen profesionales en activo, a juicio del sindicato mayoritario de la profesión médica.