BARCELONA. El aumento del precio del metro cuadrado en las viviendas afecta, como ya se suponía, al coste del suelo de los locales comerciales. Ahora la fundación catalana Comerç Ciutadà (Comercio Ciudadano, en catalán) ha presentado algunas cifras que confirman las dificultades que atraviesa el pequeño comercio para mantenerse en el centro de las ciudades. Según la Fundación, el alquiler de cualquier local comercial supone cerca de un 11 por ciento de los ingresos de un comercio. El incremento de alquileres se atribuye "al aumento constante del precio de la vivienda que se da en los últimos años" y que la misma asociación cifra en un 130 por ciento los últimos ocho años.Los comerciantes se muestran preocupados por este aumento que califican de "inalcanzable para los pequeños comerciantes" y aseguran que los precios obligan en ocasiones a cerrar las tiendas y, en el mejor de los casos, desmotivan a todo aquel que quiera montar su propio negocio. Centros comercialesLos integrantes de esta fundación ponen cara a los responsables de esta subida de precios: centros comerciales, bancos e inmobiliarias. Aseguran que la instalación de este tipo de negocios en el centro de las ciudades "contribuye a subir drásticamente el precio del metro cuadrado de la zona" lo que dificulta la supervivencia del pequeño comercio en estas zonas. El presidente de Comerç Ciutadà, Josep Collbatallé, asegura que hoy es un "lujo" abrir una tienda y aclara que "la presión de los grandes operadores por ponerse en las calles principales de los ejes comerciales no debe provocar la desaparición del comercio tradicional". Esta fundación, que agrupa a las asociaciones de comerciantes de los centros urbanos catalanas, reclama desde hace más de medio año la modificación de ordenanzas urbanísticas para regular el establecimiento de entidades financieras e inmobiliarias en los principales ejes comerciales sin que, hasta la fecha, hayan recibido respuesta. Los pequeños comerciantes catalanes van más allá y desde finales de 2004 aseguran tener que enfrentarse al mobbing inmobiliario que se practica en estas zonas céntricas en las que se instalan entidades de todo tipo "no afines al modelo de comercio tradicional".