Casi la mitad se emplea en la construcción del Centro Botín de SantanderEmilio Botín, presidente de la fundación familiar y del grupo Santander, declaró ayer sentirse satisfecho con la evolución de la inversión de la institución el año pasado, que "la consolida como la primera fundación privada del país". La Fundación destinó 53 millones de euros, lo que supone un aumento del 15 por ciento sobre el presupuesto del año pasado. De esta cifra, más de 27 millones se emplearon en la construcción del Centro Botín, el túnel que soterra el tráfico en la zona, y la ampliación de los Jardines Pereda. La Fundación Botín se nutre de los dividendos que obtiene de su participación en el capital del Santander, este año situado en el 0,85 por ciento, tras la dilución que sufre cada año por el cobro en metálico de la retribución como accionista. Botín afirmó que está muy satisfecho con esta participación, cuyo valor de mercado de sus más de 93 millones de acciones supera los 600 millones de euros, y que este año ha supuesto para la Fundación el ingreso de unos 54 millones de euros. Inversión en Cantabria La Fundación Botín invirtió el año pasado más del 75 por ciento de su presupuesto anual en Cantabria. Según la memoria presentada ayer, se destinaron 8,4 millones al área de Arte y Cultura y 2,9 millones al Observatorio de Tendencias y al Desarrollo de Talento. Educación recibió otros 2,1 millones, y Desarrollo Rural, 830.000 euros. En Educación, donde potencia en las escuelas el desarrollo de la inteligencia emocional y de la creatividad, ha pasado de intervenir en 45 colegios en Cantabria y Madrid en 2012 a 95 en Cantabria, Madrid, La Rioja y Navarra. Para este año, la previsión es que el programa se extienda a escuelas de Galicia, Murcia y Extremadura. En Mind the gap, el proyecto que salva las dificultades entre el alumbramiento de un proyecto científico y su materialización, ha invertido en tres proyectos y ha seleccionado otros tres. Dentro de ellos destaca Life Length, la empresa que desarrolla una tecnología biomédica para medir con telómetros el envejecimiento celular y en el que la Fundación tiene el 26 por ciento del capital. Hace sólo unas semanas, esta empresa logró que la japonesa Yamada Bee Farm invirtiese tres millones. Este hecho, el de la inversión externa, "es uno de los objetivos más importantes", según explicó Botín, y destacó que es una de las pocas compañías en su campo de investigación "que adquiere este volumen y logra traspasar fronteras". Otra de sus inversiones principales se detina al Desarrollo Rural, para apoyar un progreso económico sostenido de estas áreas geográficas y evitar su despoblación y que desde 2005 actúa en el cántabro valle de Nansa. En 2013, el programa de ganadería creció el 50 por ciento y aumentó a 50 los ganaderos participantes. Además, se concluyó con la rehabilitación del centro histórico de Lafuente. En el programa Talento Solidario, cuyo fin es promover la contratación de profesionales parados muy cualificados dentro de planes innovadores y sostenibles en organizaciones sociales, se financiaron 12 nuevos proyectos y Botín adelantó que en 2014 "se podrá en marcha una nueva convocatoria en la que se invitará a ONG y fundaciones para presentar sus ideas para luchar contra el desempleo juvenil". En cuanto al Centro Botín, cuya fecha de inauguración confía en poder concretar en los próximos meses, tendrá una inversión total de 80 millones de euros y se abrirá con el 50 aniversario de la Fundación. En opinión de Botín, el centro, "será el proyecto más global, más local y más social de la Fundación", será un centro de arte de referencia en España y su actividad dotará de más dinamismo a la ciudad. Entre las actividades destaca el desarrollo de la creatividad a través de las artes, para lo cual ha firmado un acuerdo con la Universidad de Yale. Respecto a la nueva Ley de Mecenazgo, Botín afirmó que la voluntad del Gobierno es la de ampliar los incentivos fiscales y que, según las últimas noticias de las que dispone, el Ejecutivo hace un esfuerzo en ese sentido. En España, las fundaciones tienen una exención fiscal del 25 por ciento, mientras en otros países europeos el porcentaje supera el 70 por ciento.