barcelona. ¿Sabía que un ciudadano español pasa más de 80.000 horas, unos ocho años seguidos, ante la pantalla del ordenador en una oficina en la que rara vez tiene la suficiente luz y en la que comparte los metros cuadrados con más gente de la que sería aconsejable? La Unión Europea avisó hace menos de una década de los riesgos laborales y económicos que acarrea no conciliar al trabajador con su habitáculo laboral. Los resultados no se han hecho esperar: 60 millones de europeos sufren dolores de cabeza, hombros y nuca como efecto secundario del trabajo y han reducido de manera considerable su calidad de vida. Pero no sólo ellos se han visto afectados. Las compañías europeas y españolas han visto como en los últimos cinco años, estos síntomas les han generado unas pérdidas económicas entre un 0,5 y un dos por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) por las bajas que muchos de estos empleados han solicitado para recuperarse de la posición antinatural del organismo en horas de oficina. Además, la salud laboral se ha convertido en una disciplina más de la prevención de riesgos laborales y todas las universidad públicas españolas cuentan con un curso o master sobre ergonomía. El director del Instituto de Biomecánica de Valencia, Pedro Vera, define esta disciplina como una manera de "adaptar los productos, tareas, herramientas, espacios y el entorno en general a la capacidad y necesidades de las personas, de manera que mejore la eficiencia, seguridad y bienestar de los trabajadores". Cómo ser ergonómicoMontar su empresa según las características de sus empleados y no de manera estándar es ser ergonómico. El ejemplo una vez más lo encontramos en algunas multinacionales norteamericanas. IBM detectó que los fallos en su línea de embalaje se debían a errores humanos y además les suponía una pérdida del 35 por ciento en la productividad de esa planta. ¿El problema? La altura de la cadena de embalaje era demasiado baja para algunos trabajadores y demasiado alta para otros. La solución fue distribuir a los empleados en áreas adecuadas a sus condiciones para que trabajaran más cómodamente. En menos de dos meses la productividad en esta cadena aumentó de nuevo un 34,9 por ciento y la compañía aseguró que el beneficio económico de este cambio fue de un millón de dólares. Otro ejemplo: el fabricante de equipamientos agrícolas Deere&Company forma desde 1979 a sus trabajadores en ergonomía para que puedan aplicarla a los habitáculos de miles de agricultores de todo el mundo y aumentar así los beneficios. En nuestras latitudes, las empresas españolas reconocen saber qué es la ergonomía aunque la mayoría no va más allá de las sillas con ruedas o mejorar las condiciones dentro de la oficina con aparatos de aire acondicionado. Antes de convertir las instalaciones de su negocio o empresa en un lugar ergonómico debe vigilar algunos conceptos que determinarán el grado de ergonomía de sus oficinas: iluminación, ruido, mobiliario, temperatura (tanto de la calefacción como de aire acondicionado) son los más importante.Merma la productividadLa iluminación es esencial. Empiece por eliminar las posibles sombras o reflejos que se produzcan, evite superficies de trabajo brillantes y los colores oscuros y no baje las persianas o corra las cortinas si no es estrictamente necesario. La Asociación Española de Ergonomía asegura que trabajar con ruidos molestos baja la productividad hasta en un 40 por ciento así que procure que las ventanas de la oficina estén aisladas.El mobiliario ergonómico puede resultar hasta un 40 por ciento más caro que el tradicional de oficina sin embargo en las tiendas de muebles aseguran que por unos 1.500 euros puede disponerse de un equipo de trabajo adecuado para el empleado y mejorar la productividad. Un equipo ergonómico completo debe tener, entre otros elementos, una mesa situada al nivel de los codos del empleado, con una superficie aconsejable de 120x80 centímetros y un amplio espacio para las piernas. La silla debe ser regulable y debe comprarse una vez se ha conocido al empleado que se sentará encima, la complexión física de éste determinará el tipo de silla más indicado. Un apoyapiés sería el último elemento aunque es uno de los más olvidados porque tradicionalmente se ha pensado que era para las personas de pequeña estatura.Según el Instituto de Biomecánica de Valencia, más del 55 por ciento de los trabajadores de oficina presentan problemas de postura y cuatro de cada cinco utilizan un ordenador al menos durante siete horas. El Instituto Nacional de Salud e Higiene en el Trabajo recomienda apartar la vista durante diez minutos al menos cada dos horas. Los empleados saben porqué rinden menos: para un 40 por ciento es el ambiente térmico, para un 37 por ciento es la iluminación, para un 33 por ciento el ruido, para un 48 por ciento el tipo de sillas y para un 38 por ciento, la distribución del espacio.