MADRID. La Comunidad de Madrid ha sido tradicionalmente responsable de más de la mitad de las inversiones recibidas y realizadas en el extranjero. Las exportaciones representan nada menos que el 43 por ciento del PIB regional, lo que demuestra la "vocación internacional" de Madrid, según PromoMadrid, empresa que tiene como objetivo la internacionalización de la economía de esta Comunidad.Otro de los puntos que destaca para propugnar a Madrid como sede mundial del arbitraje es que España cuenta con el marco legal adecuado. La nueva ley española, que se aprobó hace poco más de dos años, está basada en la Ley Modelo de Arbitraje de Naciones Unidas, lo que la hace familiar tanto para los que operan en un marco legal de tradición anglosajona, como los que lo hacen en uno de tradición continental. Se trata de una ley flexible y poco formalista.En Madrid hay más de 40.000 abogados colegiados y muchos tienen formación y experiencia internacional. Además, sus costes son muy inferiores a los de otros países europeos como Suiza, Francia o Inglaterra.Una de las condiciones favorables de Madrid es su experiencia en organizar eventos. Desarrolla la mayoría de las ferias, congresos y encuentros empresariales que se celebran en España. Otra ventaja es la lengua: es la cuarta más hablada en el mundo (más de 400 millones de personas), la segunda más estudiada y la segunda en la comunicación internacional. Esto supone una clara ventaja para las partes, derivada del ahorro que puede hacerse en costes de traducción.Madrid cuenta, además, con varias instituciones arbitrales que tienen amplia experiencia en la resolución de conflictos de carácter internacional, como por ejemplo la Corte del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, la Corte Española de Arbitraje, la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio e Industria de Madrid o la Corte Civil y Mercantil de Arbitraje.