Frente al caso madrileño, en Cataluña la mitad de las denuncias presentadas se admite a trámiteSegún los expertos, el 20% de los trabajadores ha padecido en algún momento 'mobbing'madrid. Todos los días Antonio se levanta con taquicardia. Cuando empezó a notar las palpitaciones, ya hace un año, se apresuró a visitar a su cardiólogo que le diagnosticó un problema de estrés. Tuvo que empezar un tratamiento psiquiátrico y, tras 11 meses, todavía continúa con ello. Le costó reconocer por qué le asaltaban esas crisis pero hoy ya lo tiene claro: ha sido una de las cientos de miles de víctimas que el acoso laboral ocasiona cada año en nuestro país. El suyo es un problema complejo porque el acoso laboral no está tipificado. Cada año, según un reciente estudio realizado por la consultora Apadema, el 20 por ciento de los trabajadores sufre algún tipo de mobbing pero, por el contrario, son muy escasas las sentencias a favor de la víctima del psicoterror.Los países más avanzados en el reconocimiento de este tipo de fenómeno social son Suecia, Finlandia y Noruega, cuyas legislaciones nacionales garantizan el derecho de los trabajadores a mantenerse sanos. En España, este aspecto lo recoge la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, que obliga al empresario a vigilar la salud física y mental de los empleados y, en los convenios colectivos, se empieza a regular el mobbing entre las nuevas condiciones.Sin embargo, el tratamiento que se realiza del acoso moral varía de unas comunidades a otras. Así, frente a Madrid, que desestima 9 de cada 10 denuncias que llegan a los juzgados, están otras comunidades como Cataluña, Galicia, País Vasco o Andalucía. Las diferencias autonómicas quedan de manifiesto cuando comparamos el caso de Madrid con Cataluña, ésta última acepta a trámite un 60 por ciento de las denuncias efectuadas por personas que consideran que han sido víctimas de acoso.El mobbing es principalmente un problema socioeconómico. Aunque en nuestro país no existen estimaciones sobre la incidencia económica del acoso laboral, Alemania cifró en el año 1995 en 100.000 millones de marcos el coste de este problema. En Gran Bretaña, se estiman 19 millones de jornadas laborales perdidas por ello y, en Suecia, entre el 10 y el 20 por ciento de los suicidios tienen su origen en situaciones de hostigamiento psicológico. Además, el acoso en el puesto de trabajo parece ser una de las causas principales del denominado estrés laboral. Se estima que este tipo de estrés provoca entre el 50 y el 60 por ciento del absentismo laboral en los países que integran la UE. Víctima y verdugoLa mayoría de las investigaciones coinciden en señalar que las víctimas del acoso laboral son personas con elevado sentido de la ética. También se han destacado otras características como autonomía, alta cualificación, empatía o popularidad, junto con cierta ingenuidad y dependencia afectiva. Con respecto al perfil del acosador, los rasgos más habituales son la mediocridad, necesidad de control, inseguridad y oportunismo. Algunas descripciones sitúan estos rasgos en el ámbito de la psicopatología (rasgos narcisistas, paranoides y psicopáticos).Existen cuatro fases del acoso laboral: el conflicto, el acoso, la intervención de la autoridad y la marginación.