El músico, de la Orquesta Nacional, se cayó por la "escalera resbaladiza" que daba acceso al escenario del Auditorio Nacional y destrozó un violín fabricado en 1822Madrid. El 25 de marzo de 1999, un violinista, segundo concertino de la Orquesta Nacional de España (ONE), sufrió un accidente cuando se dirigía junto con sus compañeros a ensayar. No era la primera vez que un músico se caía al subir por la "resbaladiza escalera" de acceso al escenario del Auditorio Nacional. Como consecuencia de la caída resultó "considerablemente dañado" el violín de su propiedad, un Nicolás Lupot del año 1822.Ahora, tras un largo proceso judicial, la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional ha reconocido el derecho del violinista a percibir de la Administración, en concepto de indemnización, un total de 67.297 euros, cantidad fijada por lo que costó la reparación del instrumento (más de 10.000 euros) y por la depreciación del mismo tras el siniestro.La sentencia considera a la Administración responsable del accidente al quedar acreditado que la escalera de acceso al Auditorio Nacional "no se encontraba en las condiciones más adecuadas para su principal finalidad, la subida de los músicos al escenario". "Su caída se hubiera podido evitar de haberse tomado las medidas necesarias para garantizar la seguridad de la escalera, como de hecho se tomaron después del accidente", indica.Caídas anterioresEl fallo de la Audiencia recoge un informe del secretario técnico de la ONE, que pone de manifiesto que antes de la caída del recurrente se habían producido hasta cinco accidentes similares en la misma escalera de acceso al escenario, "con resultado dañoso para sus instrumentos". Asimismo, se produjeron otras caídas de menor consecuencia de profesores de la ONE.Los compañeros del violinista recurrente señalaron durante el proceso judicial que la escalera era resbaladiza, contaba sólo con un pasamanos en el lado izquierdo y estaba "deficientemente iluminada". Con posterioridad al accidente se instaló una gruesa banda antideslizante en la escalera. La sentencia reconoce que el Auditorio Nacional cumplía con la normativa de Seguridad y Salud en los centros de trabajo, pero esta ley no exonera de la adopción de aquellas otras medidas que sean necesarias para no originar riesgos para los trabajadores.