madrid. Los estanqueros españoles no ganan para disgustos. Primero fue la ley antitabaco y ahora el enfrentamiento entre sus patronales. Actualmente, el sector está representado por tres organizaciones distintas: la Unión de Asociaciones de Estanqueros, Anett y Onae. La Unión (que representa a cerca de 11.000 expendedurías) es la mayor, y la única que cuenta con representación en el Comisionado del Mercado de Tabacos, el órgano del Ministerio de Economía encargado de la regulación del sector, en el que están también la industria y el Gobierno. El problema radica en que las otras dos patronales no se sienten debidamente representadas. El presidente de Anett, Antonio González, asegura que "nosotros agrupamos a 3.000 establecimientos y nadie defiende nuestros intereses". Según dice, "la Unión se limita a representar a sus asociados, pero no al resto del sector". Anett ha remitido una carta a Miguel Ángel Torinos, secretario general de la Unión y representante de la misma ante el Comisionado, para que escuche los problemas del resto de expendedurías. Pero, según dice, "no hay respuesta".Ante esta situación, Anett y Onae han reclamado al Ministerio de Economía tener voz propia ante el Comisionado. "El problema es que nos dicen que tenemos que presentar el listado de todos nuestros socios para demostrar la representatividad que tenemos en el mercado y nosotros entendemos que eso es ilegal, y no estamos dispuestos a hacerlo".Anett critica, además, que la Administración no adopte medidas contra la Unión, que ha rozado la ilegalidad al aliarse a un distribuidor de tabaco y crear una empresa para vender alcohol. Los estancos no pueden hacerlo sin la autorización del Comisionado.