madrid. El golf es un revitalizador de las economías locales y un generador de oportunidades de negocio creciente. Cada vez hay más golfistas en España -unos 300.000- y más de un emprendedor avispado ha visto en ellos y en el no menos despreciable número de los que vienen de fuera -más de 800.000- todo un nicho de negocio. Siendo ambiciosos, el modelo a seguir es sin duda el americano. En Estados Unidos, el golf es una industria que genera más ingresos que la cinematográfica, la del entretenimiento o la minería. Hablamos de unos 50.000 millones de euros. En España, el negocio del golf apenas supera los 2.000 millones, pese a que en los últimos años ha crecido a un ritmo anual del diez por ciento. Hay que considerar que allí el 18 por ciento de la población practica este deporte usando más de 17.000 instalaciones, mientras que aquí sólo lo hace el 0,6 por ciento en unos 300 campos. Lo cierto es que el alcance de la actividad empresarial que gira en torno al golf es amplio y toca palos muy atractivos. Por una parte, el negocio directo de la explotación de los campos, que incluye la inversión y gestión de instalaciones, la provisión de material y la organización de torneos. Por otra, todo el elenco de actividades relacionadas, desde el alojamiento y provisión de todo tipo de servicios, como restauración, hasta las promociones inmobiliarias que se crean en torno al valor que aportan este tipo de instalaciones. Además, para el amplio sector turístico de este país, el golf constituye un atractivo indudable. Desde la Federación Española de Hostelería son tajantes: "El golf es una actividad que permite contrarrestar la tendencia creciente de turistas que gastan menos y pasan menos noches". Se trata de visitantes que ofrecen en términos generales un mayor rendimiento económico y permiten superar uno de los grandes problemas del sector turístico en nuestro país: la estacionalización. El invierno es el momento ideal para que el importante número de golfistas de la Europa fría llegue a nuestro país a practicar su deporte favorito. Pero si para el turismo el golf es un imán, no lo es menos para el sector inmobiliario. Aymerich Golf Management es una empresa que desarrolla y gestiona campos de golf para promotoras inmobiliarias, desde la elaboración de un informe de impacto ambiental hasta la explotación comercial de los productos y servicios. ¿Está cuantificada la revalorización que gana una promoción inmobiliaria por el hecho de disponer de unas instalaciones para la práctica del golf? Según los datos de Aymerich, la media ronda el 20 por ciento, pero puede alcanzar el cien por cien si hablamos de casas situadas en primera línea del campo. Lo cierto es que se suele tratar de complejos que aparte del campo de golf suelen disponer de una serie de servicios añadidos, como domótica, cierre del perímetro urbanizado, etc., que contribuyen a dotarle de un mayor estándar este tipo de promociones. El grupo Calidona está a punto de entregar las casas de uno de sus dos primeros proyectos vinculados al golf, situado en San Javier, Murcia. Sus futuros moradores podrán hacerse con derechos de juego para aprovechar las instalaciones, les costarán unos 12.000 euros por un periodo de 25 años. En el engranaje de negocios que explotan el golf también se sitúan los proveedores de material. Fernando Morillo fue uno de los primeros clubmakers españoles (término anglosajón con el que se conoce a los constructores de palos de golf) reconocidos a nivel mundial. Lleva fabricando, ajustando y restaurando palos desde 1987 y hoy es posible hacerse con estos productos a medida desde su portal golfclonicos.com. Entre sus clientes hay golfistas de países de gran tradición como Inglaterra, Irlanda o Francia, que suman cuatro millones de jugadores.Relaciones públicasPero aparte de ser un negocio en sí mismo, el golf puede convertirse en una valiosa herramienta para hacer relaciones. Los torneos "son una ocasión inmejorable para hacer contactos, para fidelizar clientes y ampliar agenda, además de constituir una herramienta de publicidad no convencional muy efectiva", explica Efrén García-Estrada, director de Clgolf, una pyme tinerfeña especializada en el diseño, gestión y organización de este tipo de eventos. Plenamente consolidados en países como Estados Unidos, estos servicios son contratados por las empresas para vender imagen, productos y servicios en un entorno agradable.