La undécima edición de la feria gastronómica llega a Ifema hasta el día 23"Está más floja que otros años", afirma el responsable de uno de los stands de la undécima edición de Madrid Fusión, la feria gastronómica nacional por excelencia, que se inauguró ayer y se clausura mañana. Críticos gastronómicos, medios de comunicación, proveedores y demás empresarios del mundo de la restauración recorren desde ayer el auditorio catorce de Ifema donde, como siempre, prima sobre todo el producto innovador, sofisticado y exótico. Y aunque la tecnología punta al servicio del paladar -lo que se conoce como cocina molecular- parece haber perdido terreno, continúa presente en la elaboración de platos el axioma minimalista de "lo bueno, si poco, dos veces bueno". Siguen contando con su parcela irrenunciable productos tan made in Spain como el aceite virgen extra (jienense, cordobés o navarro), degustado en chupitos, el jamón, y el vino -sin duda el gran protagonista de la cita-. También tiene su hueco la menos sofisticada pero igualmente querida cerveza. Como novedad, la presentación ante el sector de un nuevo refresco: PinkCow, una bebida con tan sólo 10 calorías que sus fabricantes aseguran que puede tomarse a todas horas del día, aunque ha sido diseñada especialmente para combinarla con bebidas alcohólicas. La sinergia entre científico y gastronomía la trae Sosa, una empresa que trabaja con la liofilización, un proceso similar a la deshidratación, pero capaz de eliminar el agua de un alimento totalmente. En pocas palabras, la razón de ser de su empresa es "menos agua, más sabor", afirma una de las azafatas del stand. De esta manera se fabrican snacks, polvo y azúcar a raíz de productos tan dispares como el queso, frutas, verduras, setas e incluso pétalos de rosa. Desde la región brasileña de Minas traen un café en formato bolsita de té o un dulce similar al brownie hecho con plátano. Corea del Sur apuesta por la soja para la elaboración de una gran variedad de platos, y desde Italia uno de sus quesos más internacionales, la mozarella. En definitiva, una cita que este 2013 pretende, además, alcanzar un punto más participativo, pues cuenta con 18 talleres "Con gorro y delantal", en los que se permite al visitante interactuar con algunos de los cocineros.