madrid. El Gobierno dio ayer un paso importante para asegurarse el apoyo (electoral) de más de tres millones de trabajadores. El Ministerio de Trabajo por fin ha entregado a las principales asociaciones de autónomos (UPTA, ATA y CEAT) el ansiado y esperado anteproyecto de Ley del Estatuto del Autónomo. Lo que empezó como una promesa en marzo de 2004 se ha convertido por fin en un texto de 28 artículos, que a partir de septiembre serán examinados por las Cortes Generales que le darán su configuración definitiva.Estas asociaciones reconocen estar satisfechas con el anteproyecto que será examinado por el Consejo de Ministros en un plazo no superior a dos semanas, pero advierten de que no dan la batalla por terminada.De momento, el periodo transcurrido desde que el Comité de Expertos designado por el Ejecutivo elaboró un primer informe hasta ayer, ha concluido con importantes logros para el colectivo: se reconoce y regula la figura del trabajador autónomo con sus propios deberes y derechos (entre ellos el de percibir una cantidad por desempleo); aquellos que se dediquen a actividades laborales de naturaleza tóxica o peligrosa tendrán la puerta abierta a la jubilación anticipada; para combatir el fraude se limita la figura del autónomo dependiente a aquel que recibe al menos el 75 por ciento de sus ingresos de un único cliente; o que la jurisdicción de lo Social será la única competente para resolver los problemas de los autónomos dependientes y sus clientes (la CEOE no acaba de ver esto con buenos ojos, y mantendrá otro encuentro con el Gobierno el día 19 de julio para exponer su opinión). Acuerdo de mínimos En cualquier caso, UPTA y ATA están conformes después de nueve meses de negociaciones, de intercambio de borradores, de reuniones a dos y a tres partes y de declaraciones de fuego cruzado con el Ejecutivo. De hecho, está previsto que a finales de la semana que viene se reúnan con el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, para suscribir un documento de apoyo público al texto.Pero eso no significa que los más de tres millones de trabajadores registrados en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) tengan todo cerrado. Durante los meses de negociación se han cansado de decir que el anteproyecto es "un acuerdo de mínimos, de derechos básicos", con el que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero saldaba una deuda histórica desde hace 26 años. Cuando la tinta del texto aún no está seca, el colectivo empieza a redactar sus nuevas peticiones. De momento, han apuntado en cuatro direcciones: ampliar el derecho de la jubilación anticipada a todo el sector; que los familiares de los autónomos que trabajen con ellos puedan darse de alta en el Régimen General y no en el RETA o en otros específicos, como están obligados hasta ahora; y que se permita la cotización a tiempo parcial."Esta previsto que el Consejo de Ministros vea el anteproyecto en su última reunión de julio, pero no lo aprobará definitivamente ni lo enviará a las Cortes Generales hasta no tener los informes preceptivos del Consejo de Estado, Consejo Económico y Social y Consejo General del Poder Judicial". Estas palabras de Sebastián Reyna, máximo responsable de UPTA, podrían traducirse en una demora en el calendario que maneja el Gobierno. La intención es que el Estatuto entre en vigor en enero de 2007, pero las vacaciones de verano podría retrasarlo. Los trabajadores autónomos están muy cerca de lograr su ansiado Estatuto, y tres millones de votos son muchos votos.