shanghai. China y la Unión Europea estrechan sus lazos empresariales. Los próximos 9 y 10 de noviembre más de 900 pequeñas y medianas empresas chinas y europeas se darán cita en Chengdu (China) dentro del ámbito del UE-China Partenariat 2006, uno de los instrumentos del programa Asia-Invest de la Comisión Europea que promueve el encuentro anual de pymes de los 25 países miembros de la UE con las de un país asiático. La cita multisectorial y a gran escala de este año -la más numerosa jamás organizada- tiene como objetivo impulsar la inversión y cooperación empresarial y buscar oportunidades de negocio: entre las 500 pymes chinas y las 400 europeas, 50 de ellas españolas, se prevé la celebración de unas 6.000 entrevistas business to business (b2b) para lograr ese propósito.Crecimiento sostenible"La UE se ha convertido en el principal socio comercial de China y la economía china va lanzada. Así que las oportunidades están ahí", explica Serge Abou, embajador de la delegación de la Comisión Europea acreditada en China. Aunque un número limitado de grandes empresas -nunca multinacionales- pueden ser admitidas, la gran mayoría son pymes como "principal fuerza impulsora del crecimiento económico", relata Abou. Ello contribuye a cumplir uno de los objetivos del programa Asia-Invest: el crecimiento sostenible, ya sea a través de inversiones, transferencia de tecnología, joint-ventures, cooperación empresarial, distribución, subcontratación y otras modalidades. "Ponemos nuestro énfasis en la cooperación económica a largo plazo", asegura el embajador europeo. Según estadísticas comunitarias, los distintos Partenariat organizados hasta la fecha entre 8.400 empresas europeas y 33.300 de 60 países del mundo, permitieron arrancar unas 200.000 negociaciones, de las que unas 60.000 fructificaron en contratos y acuerdos comerciales y de inversión. Tanto China como Europa confían en que se mantenga ese 30 por ciento de tasa de éxitos. Para ello, han abierto el encuentro a ocho sectores: desde el agro-industrial y el medioambiental hasta las ingenierías, el turismo y la maquinaria, entre otros. "Son los sectores identificados por las dos partes como óptimos para ambos y que, además, no son sensibles como el textil", subraya Marie Wang, del departamento internacional del Consejo chino para la Promoción del Comercio Internacional.De más de 1.000 empresas registradas, China ya ha elegido las 515 que participarán en la próxima edición del Partenariat. "El criterio ha sido que fuesen pymes registradas desde hace tres años, tener una situación financiera estable y estar preparadas para las relaciones internacionales", explica Wang. En encuentros empresariales de este tipo, donde el choque cultural, empresarial y lingüístico es especialmente grande, el sello institucional que brindan el Gobierno chino y la Comisión Europea son claves como garantes -y filtro- del proceso. El ICEX, la institución española encargada de promocionar el Partenariat en España, se encuentra actualmente en el proceso de difusión y selección de empresas españolas interesadas en participar.La elección de la sedePrecisamente, que Chengdu haya sido elegida como sede de este encuentro empresarial no es ninguna casualidad. Siendo la cuarta en población y la puerta de entrada a todo el oeste de China, donde hay un mercado potencial de 300 millones de personas, Chengdu cuenta actualmente con el decidido apoyo del Gobierno chino en su afán por impulsar su política de desarrollo del oeste de China para equipararlo a la franja rica del este. Ello significa que, no sólo está acometiendo grandes inversiones en proyectos de infraestructuras y otros, sino que las políticas fiscales y del suelo están decididamente destinadas a atraer la inversión foránea. Aunque la presencia de pymes es aún limitada, Chendu ha conseguido ya atraer a 100 de las 500 empresas más grandes del mundo (Toyota, Sony, Motorota, Intel, Alcatel, SAP…) gracias a la significativa reducción de costes que supone implantarse allí. Incluso, Chengdu y toda la provincia de Sichuan están ya siendo receptores de un buen número de empresas chinas que se están deslocalizando de Cantón y Shanghai ante los crecientes costes laborales, fiscales e inmobiliarios.