Un médico y un farmacéutico defraudaban 12.000 euros al mesmadrid. Tirando de talonario de recetas a discreción, hasta que los números han cantado. La Sección de Consumo y Medio Ambiente (SECOMA) de la Guardia Civil ha puesto a disposición judicial a un médico del Servicio de Salud de Castilla la Mancha y a un farmacéutico acusados de una presunta estafa y falsificación de documento público. Según obra en el expediente remitido al Juzgado de Talavera, el facultativo duplicaba las recetas de sus pacientes, normalmente de personas mayores, variando tan sólo el número de envases recetados, y las enviaba a una farmacia situada a 30 kilómetros de su consulta en la localidad de Los Navalucillos, en la provincia de Toledo.El montante defraudado cada mes oscilaba de media entre los 12.000 y los 15.000 euros, en un fraude continuado desde el año 2001, según la investigación llevada a cabo por la Guardia Civil. En un mes el médico podía llegar a falsificar recetas de más de 1.200 envases de medicamentos y, en algunos casos, a un mismo paciente le recetó 32 prescripciones, de las que 5 retiraba en la farmacia cercana a su consulta y el resto las facturaba el farmacéutico implicado en la presunta estafa. El elevado número de fármacos recetados por este médico y la coincidencia de que se dispensasen en las mismas fechas a nombre de los pacientes de su consulta en farmacias de diferentes localidades hizo que el Servicio de Salud manchego denunciara el caso ante el SECOMA.Tras varios meses de investigación, donde se ha tomado declaración a los propios pacientes, que han reconocido no haber retirado ningún medicamento de la farmacia de Los Navalucillos, la Guardia Civil detuvo a los dos implicados, el pasado 22 de junio. Tras tomarles declaración el juez procedió a dejarlos en libertad por no existir, en su opinión, riesgo de fuga y tratarse de personas conocidas en su comunidad.A la espera de que se inicie el procedimiento sobre esta estafa al Sistema Nacional de Salud, la singularidad del caso es que el médico implicado ya fue detenido en 2001 por unos hechos similares que, al final no se pudieron demostrar. A pesar de las pruebas recogidas en el expediente, los pacientes se han negado a testificar contra el médico implicado, debido a sus vínculos de amistad. Según la Guardia Civil, algunos pacientes han admitido que el médico les llevaba los medicamentos a su domicilio.Los fraudes en la prestación farmacéutica no son hechos aislados, sino que las denuncias, especialmente de robos de talonarios de recetas, están "a la orden del día", según el SECOMA.SancionesEn una sentencia reciente sobre un caso similar, la Audiencia de Madrid condenó a un año y cinco meses de prisión a un médico que, entre 1997 y 1998, sustrajo recetas del Sistema Nacional de Salud y las falsificó con su firma o la de otros colegas para los pacientes de su consulta privada, con un coste para la sanidad pública de 5.067 euros.Además de la sanción penal, los Estatutos Generales de la Organización Médica Colegial califican este tipo de conductas como faltas muy graves, lo que puede llevar aparejado una suspensión en el ejercicio profesional de más de un año y menos de dos o, incluso, al tratarse de una falta muy grave reiterada, la expulsión del médico del Colegio al que esté adscrito y su inhabilitación profesional.