Reivindica para su profesión la repercusión mediática de otros colectivos. Quizá porque ellos, los investigadores, siempre han estado demasiado encerrados en sus laboratorios y se les ha hecho poco caso. Siempre bajo la amenaza de los recortes, siempre forzados a salir de España para ser alguien, siempre los que hablan raro. Pilar habla claro. Y mucho. P Ahora se habla mucho de recortes en educación y en sanidad. Los investigadores saben muy bien lo que es eso, ¿no? R En España el porcentaje destinado a investigación siempre ha sido bajo en comparación con otros países. En la legislatura de 2004 hubo esfuerzos. En el CSIC, que es donde trabajo, ha aumentado el número de plazas. Aunque en los dos últimos años se han notado mucho los recortes. Pero somos un sector con muy poca repercusión mediática; sí se publica que se convocan menos plazas para policía o para profesor, con nosotros eso no pasa. P Eso es porque hablan y protestan menos... R En España sólo se considera que alguien es culto si entiende de literatura, de música, de pintura. Pero si no entiende cómo funciona un campo magnético o un teléfono por dentro no importa. Es más, los de letras se enorgullecen de no tener ni idea de cuentas. Es normal ver a los Reyes en la ópera, no en un acto científico. Y la ciencia es una forma de cultura. Tampoco valoramos lo que supone para nuestra vida cotidiana. Cuando nos hacemos pruebas médicas es gracias a un montón de investigadores. P ¿Cree que en España hay suficiente vocación científica? R Bueno, creo que la forma que se tiene de enseñar la ciencia es importante. Aquí empezamos muy tarde a explicárselo a los niños, así que es difícil que les apetezca dedicarse a ello, o al menos que lo tengan en sus preferencias. Yo lo veo siempre como un problema cíclico: en época de vacas gordas muy bien, pero luego la gente que se ha formado bien se tiene que ir. Hoy estamos en una época incierta. La investigación tiene menos repercusión que la enseñanza. Si nosotros nos ponemos en huelga no pasa nada. P Veo en su currículo que ha escrito sobre "Teoría de la Materia Condensada, propiedades electrónicas de superconductores de alta temperatura crítica, de nanotubos de carbono y otros sistemas con fuerte correlación electrónica". ¿Se puede explicar de forma sencilla? R Siempre he trabajado en estado sólido. Hallo modelos para poder entender cómo se pueden entender nuevos materiales. Y vamos hacia la nanotecnología. En cuanto a lo de la fuerte correlación electrónica es como si estamos en un cuarto pequeño: hay más probabilidades de que discutamos y salten chispas que si el cuarto es grande y cada uno está en un lado. P ¿Su vocación siempre ha sido la ciencia o acabó en ella por otros motivos? R Los últimos años de Bachillerato los estudié en el instituto Beatriz Galindo, y a Físicas no fuimos más que seis o siete personas. Había pocas mujeres; bueno, igual que ahora en comparación con Química o Biología. Pero me parecía maravilloso conocer el Universo. Y me tocó una época muy turbulenta en la universidad, de 1970 a 1975. Fueron años duros, con escasez de plazas para Doctorado. Pero si te gusta la investigación, no concibes otra cosa. Aunque creo que un Doctor a una empresa no le dice más que un licenciado. P ¿Hay salidas profesionales en las empresas para los Físicos? R Conozco a unos cuantos que están en los departamentos de riesgo de los bancos. Por su capacidad de cálculo y la creación de modelos. P ¿Ha aumentado la presencia de mujeres en ciencia? R Sigue habiendo infrarrepresentación, y más según avanza su carrera. El año pasado se cumplieron 100 años de la libre entrada en la universidad de las mujeres. Y hoy sólo el 8 por ciento de los catedráticos y el 15 por ciento de los rectores son mujeres. P ¿Le gustan las cuotas? R Es un tema difícil. Desde luego en los países nórdicos las ha habido, y en Holanda las quitaron por petición de las mujeres, que no querían despertar susceptibilidades. Pero como escuché decir uan vez: "Prefiero ser catedrática por ser mujer que no conseguirlo por el mismo motivo". Ha habido siempre cuotas: por comunidades autónomas, por especialidades... pero si es por ser mujer entonces baja la calidad. No lo entiendo. P Acaba de ser jurado en las Bolsas de Investigación L'Oréal-Unesco 2011. ¿Qué tal la experiencia? R Hay quien se pregunta cómo puede haber premios para mujeres. Pues fíjese si hay pocas mujeres en puestos altos, pero lo de los premios es escandaloso. Sólo hay dos mujeres Nobel de Físicas, Marie Curie y Maria Göppert-Mayer. En cuanto a estos premios, dos de las premiadas por L'Oréal fueron Nobel el año pasado. P ¿En qué consiste su trabajo en AMIT? R Hacer visible el trabajo de las mujeres. En Ágora, de Alejandro Amenábar, se habla de la vida de una científica que no aparecía en ningún libro. Me escriben profesores de instituto para pedirme el nombre de mujeres científicas. ¡No conocen a ninguna!