MADRID. ¿A quién no se le pasó por la cabeza ser astronauta, futbolista o médico cuando era un niño? ¿Quién no ha jugado a ser bombero, piloto o policía durante la infancia? Éstas eran las profesiones más demandadas, las más míticas y conocidas por los más pequeños. A pesar de que a medida que uno se hace mayor las expectativas cambian, las ilusiones de la primera etapa de la vida han de estar presentes. ¿Quién se encarga de ello? Micropolix, un parque de ocio dirigido a niños con edades comprendidas entre los ocho y los 13 años, que busca el divertimento, sin despegarse de la educación como filosofía del proyecto. El proyecto, cuya apertura al público tendrá lugar durante el último trimestre de 2008 en el centro comercial y de ocio Alegra, en San Sebastián de los Reyes (Madrid), tiene una superficie de 9.000 metros cuadrados que imitan a la perfección a una ciudad actual. La educación como eje Estructurado en barrios y con todas las calles, plazas, edificios, pasos de peatones, aceras y servicios propios de la metrópoli, el recinto dará la posibilidad a los niños de aprender a ser mayores, realizando todas las actividades propias de la etapa de madurez de la vida. Un aspecto fundamental dentro de la idea de negocio es la educación, ya que los jóvenes participantes podrán ampliar sus horizontes mediante el contacto con nuevos escenarios, experiencias y oficios. Micropolix contará con 54 espacios tematizados donde los niños podrán llevar a cabo casi un centenar de profesiones diferentes, manteniendo un fiel compromiso con los valores de respeto, ética, igualdad, trabajo, medio ambiente y creatividad. Autoescuela, estación de servicio, emisora de radio, plató de televisión, hospital, centro de reciclaje, discoteca, centros comerciales, ayuntamiento y una academia de policía, son algunos de los ejemplos de recintos independientes donde los niños podrán acercarse y vivir en primera persona la realidad de una ciudad imaginaria. Una moneda propia Asimismo, con el objetivo de que el proyecto sea lo más real y educativo posible, Micropolix tiene su propia moneda, el eurix. De este modo, los jóvenes podrán familiarizarse con aspectos como el económico, ya que podrán invertir o gastar su dinero en los diferentes bancos y comercios de la ciudad. "Micropolix quiere convertirse en un referente educativo a la vez que transmite magia, emoción y entretenimiento para los niños en un entorno absolutamente realista y especialmente preparado para ellos. Para que se diviertan aprendiendo", asegura el director general del parque, Joan Teixidó. Asimismo, añade que el objetivo primordial del centro es que la educación y la diversión siempre vayan de la mano, ya que como detalla Teixidó: "Jugar pasa de un derecho a una obligación que tienen los niños", continúa. En relación al personal que trabajará en el centro de ocio, habrá 200 empleados que velarán por la seguridad de los niños, junto con un sistema de pulseras localizadoras y cámaras distribuidas por todo el recinto. La ciudad imaginaria estará abierta todos los días del año, excepto los lunes, con horarios que variarán dependiendo del día de la semana. Asimismo, el precio oscilará entre los 6 euros y los 20 euros, teniendo en cuenta la asistencia individual o escolar en grupo. El socio mayoritario de Micropolix para llevar a cabo el proyecto es Neinver, una compañía inmobiliaria de capital cien por cien español que tiene 39 años de experiencia en mercados nacionales e internacionales. Su actividad se centra en la promoción, comercialización y gestión de grandes complejos como outlets y parques comerciales. La inversión total para la creación de Micropolix asciende a 20 millones de euros. Entre las principales empresas patrocinadoras del parque temático se encuentran, entre otras, Coca-Cola, Attitudes (perteneciente a Audi), la Comunidad de Madrid, el Corte Inglés y Telefónica.