UPTA y ATA creen que la regulación del autónomo dependiente disminuirá el fraudeLas asociaciones minoritarias denuncian su exclusión y afirman que el texto está manipuladomadrid. Las principales asociaciones de trabajadores autónomos (UPTA, ATA y CEAT) ya han estudiado la primera parte del borrador del futuro Estatuto del colectivo, facilitado por el Gobierno, y tienen una primera conclusión: será una vía importante para luchar contra la economía sumergida, uno de los puntos negros en que manchan la reputación del colectivo. Dentro del texto, la regulación exhaustiva de la figura del autónomo económicamente dependiente (con sus derechos, deberes y requisitos para poder constituirse como tal) ha satisfecho las expectativas de estas asociaciones, que están a la espera de conocer el resto del borrador. "El Estatuto permitirá sobre todo que los autónomos dependientes tengan más claro sus derechos y obligaciones, y eso ayudará a eliminar la economía sumergida", mantiene Sebastián Reyna, secretario general de UPTA.El borrador del Gobierno exige un contrato por escrito entre el autónomo dependiente y su (único) cliente, del que tiene que recibir al menos el 75 por ciento de los ingresos que recibe. Dicho contrato deberá además figurar en un registro especial, y tendrá que constar expresamente la condición de "dependiente económicamente". También se aumentan las dificultades para trabajar con más de un cliente, porque en el contrato deberá constar expresamente que sólo se podrá ser dependiente de uno.El presidente de ATA, Lorenzo Amor, mantiene que la legislación centrada en el autónomo dependiente "pondrá coto" a la figura del falso autónomo, sobre todo por la exigencia de un contrato por escrito para desempeñar dicha actividad. Al igual que Reyna, es un firme partidario de que la economía sumergida ya tiene motivos para temblar. "Los contratos deberán registrarse en la Seguridad Social y tendrá que figurar lo que cobrará el autónomo dependiente", recalca Amor.La experiencia de PanricoLa regulación de la figura del autónomo económicamente dependiente no pilla por sorpresa a Luis Farre, afiliado a UPTA-Cataluña y trabajador de Panrico, la única empresa a nivel nacional en la que sus integrantes de este colectivo laboral especial tienen su propio convenio colectivo (aunque él prefiere llamarlo "pacto especial").Farre explica que Panrico cuenta con unos 3.000 autónomos dependientes económicamente a nivel nacional (principalmente destinados a la tarea de reparto y abastecimiento de productos).Precisamente fue la presión que realizó este colectivo la causante de que la empresa accediera a negociar una serie de condiciones generales a nivel general (cada comunidad autónoma tiene sus propias cláusulas). "Somos una excepción porque, en general, este colectivo está hacinado y no tiene derecho a nada", asegura Luis Farre."Texto manipulado"Pero en este ambiente de entendimiento se oyen las voces críticas de OPA y ASNEPA, dos organizaciones minoritarias de autónomos que no han participado en la negociación del Estatuto.Sus máximos responsables, Camilo Abietar y Pedro Mezquida, denuncian que el texto "está totalmente manipulado" porque, en su opinión, sólo se ha contado con los asociaciones afines al Gobierno. Además denuncian que los autónomos dependientes "reúnen más las condiciones de trabajadores por cuenta ajena que por cuenta propia".En España hay cerca de tres millones de autónomos, de los cuales la sexta parte (unos 500.000) desarrollan su actividad en exclusiva para un único cliente.