Cinco jóvenes inventan la tecnología que permite transformar las palabras en sonidos musicales con un láserbarcelona. Por muy enrevesado que sea el deseo de Navidad, un árbol puede transformarlo en una melodía musical. Esta fue la idea que tuvieron varios colectivos de artistas e ingenieros cuando pusieron sus mentes a funcionar para crear el primer árbol de Navidad capaz de descifrar deseos y convertirlos en música. Tardaron un año en desarrollarlo y un mes más en montarlo dentro del centro comercial Maremagnum de Barcelona. "Lo explico muchas veces e intento que la gente lo entienda pero sé que es complicado", asegura Joan Achón, director de arte de Els Altres, entidad que junto con el colectivo artístico Narac y el programador informático, Marcos Alonso, se ha encargado de llevar a cabo este proyecto llamado Aurora. Él lo explica lo mejor que puede: "Es un árbol con una instalación informática en la que un láser permite interactuar con el árbol. Un ordenador madre transforma el dibujo realizado con el láser en sonidos gracias a un programa". Todo, sobre una tela ignífuga que recubre el árbol por dentro. "Son muchas horas de trabajo pero también de pensar y de conocer el entorno donde montar el proyecto", asegura Achón. Su entidad, Els Altres, funciona como una sociedad aparte y consigue facturar "algo de dinero" gracias a la venta de camisetas y de muñecos de tela. "El dinero que sacamos por un lado luego nos permite hacer cosas nuevas por el otro", comenta. Hasta el 6 de enero, el centro comercial les acoge y actúa como mecenas del proyecto. Pero no siempre es fácil encontrar alguien que les apoye o que simplemente les escuche. "No siempre gusta lo que presentas a los clientes o lo que tienes en mente. Pero ayuda bastante ir de presentación en presentación, desarrollas la idea, la presentas y preparas el book del proyecto. Si no sirve para uno, para el siguiente ya lo tienes preparado". Como casi todos los emprendedores que empiezan, la libertad de creación es una de las máximas que rige su trabajo. "Como no tenemos clientes fijos, podemos hacer lo que queramos", aunque reconoce no despreciar trabajos por encargo. Dar a conocer el trabajo El árbol de 15x8 metros que ocupa la plaza interior del centro comercial tiene un precio: 68.000 euros. Esta es la cantidad que Maremagnum ha invertido en el desarrollo de la estructura del árbol, montaje, proyectores y todo lo necesario para que el invento funcione. Para ellos, es un polo de atracción de ventas para estas fechas y para los tres colectivos implicados en su desarrollo es una oportunidad de dar a conocer su trabajo. "Lo que te da credibilidad en este tipo de empresas de base cultural es que te arriesgues con lo que haces cada día". El riesgo de sus proyectos es lo que llevó a estos cinco jóvenes a conocerse y a saber unos de los otros. "Habíamos coincidido en presentaciones anteriores y en festivales de música electrónica, como el de Los Monegros", cuenta Achón. Desde el pasado 29 de noviembre, unas 100.000 personas han pasado por el árbol y han transformado sus deseos en música. ¿El suyo? "Poder hacer otros trabajos para terminar proyectos tan interesantes como éste".