madrid. Las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) se han convertido en los últimos años en un refugio para pymes y emprendedores que andan en busca de financiación para sus proyectos, dado que ellas ejercen de avalistas del empresario ante los bancos. AvalMadrid, una de las SGR decanas del panorama español, celebra hoy su junta general de socios, con dos datos históricos sobre la mesa: en marzo registró su récord de aprobación de avales en un solo mes, con más de 45 millones de euros. Además, en 2010 concedió 330 millones en garantías a 1.700 empresas. P El pasado ejercicio supuso un récord en la concesión de avales para su entidad. ¿Qué balance hace de 2010? R Fue un buen año en términos de actividad, con 330 millones de euros en avales aprobados. Con ellos se han conservado y creado hasta 27.000 puestos de trabajo en la Comunidad de Madrid. Es un gran dato, teniendo en cuenta que, según el Banco de España, los créditos a empresas de hasta un millón de euros bajaron un 26 por ciento. P ¿Cuál es el perfil del empresario o emprendedor que acude a AvalMadrid? R Suele ser un pequeño empresario, ya que el importe medio por aval es de 170.000 euros. También hay muchas operaciones pequeñas, de 50.000 a 60.000 euros, para la puesta en marcha de una empresa, pero la finalidad mayoritaria del dinero, algo más del 60 por ciento, suele dedicarse a inversión. Nosotros, dentro de la inversión, nos hemos caracterizado por líneas financieras bonificadas para la internacionalización o para el alquiler de maquinaria. P Las pymes se quejan de que cada vez es más difícil disponer de un crédito bancario. ¿Qué papel cree que están jugando las SGR en este contexto? R Creo que nos hemos convertido en una actividad imprescindible, ya que con los avales de una SGR se abren las puertas al crédito bancario para las pymes. P Su actividad se basa en ejercer de avalistas ante el banco. ¿De dónde sacan 330 millones de euros en avales? R Lo nuestro es poner el aval para que el empresario obtenga un crédito en alguna de las 40 entidades bancarias con las que tenemos firmado un convenio. Para ejercer de avalistas estamos sujetos a las mismas normas de Basilea que un banco o caja. P ¿Qué diferencia hay entre acudir a un banco de la mano de una SGR o hacerlo en solitario? R La primera ventaja es que, con el aval de una SGR, el crédito se consigue. La segunda, que las condiciones financieras son mejores, normalmente de euríbor más 1,5 por ciento. La tercera es el plazo, porque es habitual hacer operaciones a 7 y 15 años. P De los empresarios que buscan su ayuda, ¿a cuántos se les deniega el aval? R De los que acuden a nosotros y no tienen condiciones negativas, como ser moroso o tener fondos propios negativos, el 80 por ciento lo consigue. P ¿En qué se fijan para conceder un aval? R Vemos los datos contables y el balance de los últimos tres años. Contrastamos los datos con los registros externos, acudimos al Banco de España, comprobamos los datos del IVA... Y además, el empre- sario tiene que decirnos estrictamente para qué necesita el dinero. P ¿Cómo ve la figura de las SGR de cara al futuro y como apoyo a las pymes y autónomos? R Las SGR nacieron en la década de los 70 como asociaciones independientes de empresarios que se daban garantías unos a otros. Más tarde entraron las comunidades autónomas y en la última década se ha producido su despegue. Creo que esta figura se ha consolidado, y más porque sólo trabajamos con pymes y autónomos.