ámsterdam. Paul llegó a Ámsterdam para pasar un fin de semana con sus amigos. En cambio, el joven australiano de 24 años permaneció encerrado en la habitación de su hotel, demasiado asustado como para caminar por las calles después de tomar hongos mágicos.Este joven, que pidió que no se citara su apellido porque no quería que sus amistades supieran de su consumo de drogas, añadió: "Esto de ninguna manera debería ser legal".En Ámsterdam, donde los hongos son vendidos en determinadas tiendas, los funcionarios locales están de acuerdo. El Ayuntamiento aprobó el mes pasado un período de espera de tres días para reducir el consumo entre los turistas. Desde el gobierno sopesan una prohibición completa después de que una adolescente francesa falleciera al lanzarse al vacío en marzo pasado. La decisión es el último esfuerzo para reducir el comercio de drogas y sexo en los Países Bajos. Un parlamentario de la Alianza Demócrata Cristiana ha enviado un informe sobre los efectos de los hongos mágicos. Su decisión sobre la prohibición será anunciada esta semana, afirma Harald Wychgel, portavoz de RIVM, el instituto holandés para la salud pública y el medio ambiente.Casi el doble de casosLas ambulancias atendieron el año pasado en Ámsterdam 128 casos relacionados con los hongos, cuando en 2005 fueron 70, según datos de la inspección sanitaria local. En el 92 por ciento de los casos estuvieron involucrados turistas."No se puede permitir que se venda esto en una tienda", asegura Cisca Joldersma, parlamentaria por la Alianza Demócrata Cristiana. "Esto es una droga, y nosotros tenemos una ley para eso". La propuesta de Ámsterdam pretende educar a los turistas sobre los peligros de los hongos, que se venden en unas 39 tiendas de la ciudad. "Una prohibición es un paso que va demasiado lejos", señala Paul van Oyen, director de la asociación nacional de las tiendas expendedoras de los hongos. "Con la ley de los tres días, sólo se niega a los turistas el acceso al mercado. La mayoría de ellos no permanecen más que ese tiempo''.Las tiendas cobran 12,50 euros por una caja que contiene alrededor de 30 gramos de hongos. Las tiendas mueven aproximadamente 8 millones de euros al año, estima van Oyen.Los hongos contienen psilocibina, que acentúa las sensaciones y puede causar alucinaciones que pueden durar hasta siete horas tras su ingestión. Las tiendas a menudo venden versiones herbáceas de píldoras de éxtasis, bebidas energizantes y hongos.La venta de hongos mágicos frescos o secos fue prohibida hace cinco años. Con la ley holandesa, los hongos frescos con psilocibina son considerados alimentos y, por lo tanto, legales. La iniciativa para prohibir la venta de los hongos frescos recuerda a la decisión británica tomada en 2005 de reclasificarlos como drogas ilegales.Fiebre del sábado nocheLa mayoría de los incidentes en los que están implicados turistas extranjeros suceden los sábados y domingos, según August de Loor, de la Agencia Asesora sobre Drogas de Ámsterdam. "Los turistas se tragan rápidamente el manojo de hongos porque no se los pueden llevar a su país". El 23 de junio, un británico de 25 años arrojó los muebles al vestíbulo de un hotel y golpeó su cabeza contra las ventanas antes de que la policía se lo llevara. El 8 de julio, un joven islandés de 18 años se tiró por la ventana de un hotel y se rompió ambas piernas.Los dueños de las tiendas reconocen que su negocio depende de los turistas jóvenes. Ali Kucuksen, un cultivador de hongos que controla el 60 por ciento del mercado holandés, hace un 20 por ciento de sus ventas en agosto. Él y su hermano iniciaron el negocio plantando setas en una pecera y ahora poseen un vivero. "Sólo vendemos a las tiendas autorizadas, así que una prohibición nos haría cerrar'', asegura Kucuksen.Ámsterdam ya ha tomado medidas estrictas contra estas tiendas. Intervenciones policiales han dado como resultado el cierre de al menos dos este año por vender hongos desecados. "Nuestros controles regulares demuestran que muchas tiendas violan la ley'', señala Els Iping, presidente del consejo municipal en el distrito central. "Ámsterdam estará muy pendiente de ellas y las controlará".Es probable que el nuevo estudio de los hongos refleje las conclusiones del realizado en el año 2000, según uno de los investigadores. Dicho informe encontró que el uso de los hongos mágicos no implica una amenaza para la salud de las personas. "Un hongo no es muy peligroso'', explica Peter van Dijk, investigador del Instituto Trimbos, en Utrecht, que estudia la adicción a las drogas y los métodos de prevención. "No es tan tóxico como, por ejemplo, la heroína o la cocaína".El peligro viene de mezclar alcohol, marihuana y hongos que impele a los jóvenes a "hacer cosas que normalmente no harían, como saltar por las ventanas", dijo Van Dijk said.Paul, el turista de Sidney, se considera afortunado. Solo comió media caja de hongos, mientras que sus amigos consumieron todo el contenido. Dice que el viaje le produjo una sensación de impotencia paranoica porque estaba preocupado de que alguien atacara al grupo. "Si no fuera por mí, no habríamos regresado al hostal'', dijo.