bilbao. La sociedad pública del Gobierno vasco SPRI presentó ayer un nuevo programa que busca facilitar el relevo generacional en las empresas familiares. No se trata sólo de un programa de concienciación y asesoramiento, sino que en esta ocasión incluye ayudas económicas directas, a fondo perdido, para ayudar a las empresas en dicho tránsito. En el País Vasco existen cerca de 115.000 empresas familiares consolidadas, de las cuales cerca de 55.000 tendrán que enfrentar en los próximos diez años su relevo generacional, lo que afecta a una masa laboral de cerca de 200.000 trabajadores. Diversos estudios indican que el relevo generacional es uno de los procesos más complicados para esta tipología empresarial y que sólo lo superan con éxito entre un 15 y 20 por ciento de las compañías. El director general de la SPRI, Mauri Lazkano, tiene claro cuál debe ser la estrategia a seguir: hay que promover la permanencia de las empresas y de sus trabajadores. En este sentido, destaca que favorecer el mantenimiento de una empresa familiar asegura como media el mantenimiento de cinco puestos de trabajo. Así nace el Programa Sucesión, según el cual se contemplan ayudas económicas directas para hacer frente a la mitad del gasto que realice una pyme familiar al contratar a una consultora externa que le ayude a diseñar su relevo generacional, con un límite de 20.000 euros por empresa. Desde SPRI recalcan que la empresa familiar debe iniciar la reflexión sobre la sucesión de sus promotores diez años antes de que vaya a producirse, ya que así se dispone del tiempo necesario para identificar a los futuros gestores, formarles para su cometido y implicarles en el funcionamiento de la empresa para que la conozcan antes de hacerse cargo de ella. De esta forma se podrían evitar los tres errores clásicos que suelen producirse de cara a la sucesión: retraso en su planificación; pensar que los hijos se harán cargo del negocio sin haberlo estipulado previamente y sin comprobar su capacitación para ello; y confundir la propiedad con la gestión.