Muchos se preguntan de dónde consiguen el dinero los McCann para pagar sus caras campañas publicitarias, a los prestigiosos abogados y relaciones públicas o a los veteranos periodistas que les asesoran, y cómo han conseguido mantenerse en la portada de diarios e informativos de todo el mundo durante estos meses, desde que el pasado 3 de mayo desapareciese su hija Madeleine.Los McCann pertenecen a la clase media alta inglesa. Los dos son médicos. Él un cardiólogo que trabaja en el hospital Glenfield de Leicester y ella médico de cabecera. Según fuentes médicas consultadas, un cardiólogo gana unos 90.000 euros al año, mientras que un médico de cabecera tiene un suelo formado por un salario básico más un plus de productividad dependiendo de los pacientes atendidos y que puede subir hasta los 240.000 euros anuales netos, aunque Kate trabajaba a tiempo parcial. Por tanto, entre los dos ganaban unos 210.000 euros al año. Pero hay que tener en cuenta que no han vuelto a trabajar desde mayo, por lo que no tienen ingresos.Desde que se conocieron, trabajando en el hospital Western Infimary de Glasgow, la pareja ha vivido en Nueva Zelanda y en Holanda, antes de trasladarse definitivamente al Reino Unido, siempre movidos por ofertas de trabajo de uno de los dos. Cuando a Gerry le ofrecieron un trabajo en el hospital Glenfield de Leicester en 2000, se compraron una casa en un pueblo a unos 15 kilómetros, Rothley, tasada en 900.000 euros. Mansión de dos plantasRothley es un pueblo residencial en el que apenas hay un pub, cuatro tiendas y espacio de reunión entre los vecinos. La casa de los McCann es una mansión de dos plantas y cuatro habitaciones en la entrada. Los vecinos explican que, en su tiempo libre, Gerry, muy aficionado a los deportes, practicaba el golf, y Kate iba a un gimnasio.Los McCann son lo que se entiende una familia de clase media alta inglesa. Con un buen sueldo y sin preocupaciones que, no obstante, no podría permitirse el lujo de pagar a todos los abogados y asesores que tienen, por esto dijeron estar dispuestos a vender la casa para pagar su defensa.En estos momentos, los McCann tienen tres abogados. Dos de ellos, Caplan y McBride, trabajan para el reputado gabinete londinense Kingsley Napley, y el tercero es el portugués Carlos Pinto de Abreu. Caplan y McBride cobran unos 1.050 euros la hora cada uno, mientras que Pinto les cobra 300 euros la hora. Gerry McCann fue a Londres el pasado viernes y estuvo reunido con Caplan durante siete horas y el domingo fue Caplan el que visitó a los McCann en su casa de Rothley. Caplan fue el abogado que consiguió que no extraditaran a Pinochet a España cuando el juez Garzón pidió su extradición en 1999. También defendió a Nick Leeson, el agente de bolsa que hundió la Banca Barings en 1995.Los padres de Madeleine también están negociando con los mejores gabinetes de relaciones públicas para dar un giro en su campaña y en la relación con los medios de comunicación. La hasta ahora directora de campaña era Justine McGuiness, que renunció su cargo el sábado aludiendo cansancio. En estos momentos están en conversaciones con Phil Hall, ex editor del diario sensacionalista News of the World y de la revista Hello! y propietario de una agencia de relaciones públicas que representa, entre otros, a Heather Mills, la ex esposa del beatle Paul McCartney. También estarían negociando con el ex director de comunicación de John Major, Charles Lewington. Además, los McCann han contratado una campaña publicitaria para que no se olvide a Madeleine y se le siga buscando. Esta campaña les habría costado unos 120.000 euros y ha sido financiada con el fondo de la Fundación.Desde el primer día, los McCann han estado en las cámaras de televisión. Se debe al hecho de que la empresa propietaria del complejo turístico donde se encontraba el apartamento de los McCann, la compañía Mark Warner, ya tenía contratados los servicios de la prestigiosa firma de relaciones públicas Bell Pottinger y, cuando desapareció Madeleine, al día siguiente los McCann tenían a su servicio a Alex Woolfall, el director de gestión de crisis de la firma y reputado especialista.Cuando Woolfall se marchó a los diez días, el ministerio de exteriores británico les envió a sus propios expertos desde Londres. Entre ellos estaban la ex reportera del Daily Mirror Sheree Dodd y, más tarde, el ex periodista de la BBC Clarence Mitchell.Al principio coincidieron, por un lado, el éxito mediático de los McCann, que contaban con profesionales que controlaban a los medios y, por otro, con la solidaridad y empatía de los medios, que aceptaron las reglas de los McCann, apoyados en la primera hipótesis de la policía portuguesa, que decía que Madeleine había sido secuestrada. La prensa inglesa considera a Mitchell y a Woolfall claves en la creación del fenómeno McCann.Mitchell y Woolfall fueron los que les organizaron todos los encuentros con los medios, les enseñaron a hablar en público y a lidiar con los medios. Organizaron la visita al Papa y consiguieron el apoyo de celebridades como David Beckham y Cristiano Ronaldo. E impulsaron la Fundación. Los McCann no tuvieron que pagar nada.La campaña publicitaria y mediática de los McCann fue decisiva para que la Fundación FindMadeleine recaudara, en cuatro meses, 1,5 millones de euros. También ayudaron la serie de conciertos y de eventos organizados para recaudar fondos. Con este dinero han pagado a todo su personal, el apartamento en Praia da Luz, el transporte, los viajes, incluido el del Papa, todas las comunicaciones, etcétera. En total, unos 110.000 euros.Apoyo de personalidadesDespués de Mitchell llegó Justine McGuiness, que dirigió la campaña hasta este último sábado. McGuiness sí que ha cobrado un sueldo de la fundación todo este tiempo. Otra de los logros de los McCann ha sido que desde el primer momento han conseguido el apoyo de personalidades relevantes que les han estado financiando todo este tiempo y han sensibilizado a la población, como el caso de Richard Branson.Pero la primera gran donante fue JK Rowling, la autora de Harry Potter, que ha hecho la principal donación hasta ahora con 375.000 euros. El empresario propietario de Top Shop, Philip Green, también donó 375.000 euros. Branson aportó 150.000 euros, igual que Jacqueline Gold, directora de Ann Summers. La estrella televisiva Simon Cowell 75.000, el delantero del Manchester United Wayne Rooney 35.000 y así un largo etcétera que abarca desde empresarios hasta celebridades. Y estas donaciones, todas realizadas con eco mediático, han animado a ciudadanos corrientes a dar dinero también. Pero los McCann no quieren cesar en su empeño de seguir buscando a Madeleine y ya han dicho que harán todo lo que sea para seguir la búsqueda y mantenerla en la portada de los diarios. Pero además deben preparar su defensa en previsión de que la justicia portuguesa les acuse y limpiar su imagen, con lo que los gastos se disparan. A esto hay que añadir que los McCann ya han dejado de trabajar y no tienen intención de reincoporarse a sus respectivos trabajos al menos ni a corto ni a medio plazo.