Hasta un 14 por ciento no logra delegar y abandonar su actividad profesionalMADRID. Imprescindibles. Eso es lo que se creen muchos trabajadores que durante el mes de vacaciones no son capaces de desconectar de las labores diarias. La mayoría tienen la sensación de que el trabajo que ellos han desarrollado durante todo el año, otro no podrá hacerlo. Pero... ¡Sorpresa! El trabajo sale adelante y la vida sigue. Uno de cada tres trabajadores recibe correos electrónicos o llamadas teléfonicas de carácter profesional durante su periodo de descanso lo que les impide desconectar, según un estudio de Randstad. Pero para algunos, su actividad profesional les condiciona más: hasta un 34 por ciento no estaba seguro de que el trabajo pudiera hacerse bien sin su aportación.Es precisamente este segmento de profesionales los que al tener esa sensación en el trabajo, no consiguen delegar. El estrés entonces empieza a hacer su aparición: un 8 por ciento nunca se toma más de una semana de vacaciones por miedo a lo que pueda pasar en su ausencia. La sensación del trabajo inacabado cuando uno se va de vacaciones es uno de los sentimientos más experimentado por los españoles. Pero organizar las vacaciones no solo significa reservar un destino, los billetes y tener las maletas hechas. La mente también debe prepararse para afrontar estos días de descanso. "No hay nada peor para las vacaciones que dejarse envenenar la cabeza y el cuerpo con problemas de trabajo. Hay que intentar acabar todo el trabajo antes de irse sin dejar nada pendiente", señalan desde la consultora de recursos humanos. Aprender a desconectar Es necesario entrenarse días antes de coger el periodo de descanso para desconectar. "Consiste en reflexionar durante los días festivos, sobre cuánto se piensa en el trabajo y luego evaluar si este tiempo resulta rentable y beneficioso para el trabajo, la empresa y nuestra familia", aclaran desde Randstad.En la meditación antes de las vacaciones está la clave. El 15 por ciento de los encuestados confiesan dejar todo para el último momento y por ello empiezan su descanso con agobios ya que sólo hacen memoria de lo que se han dejado por hacer en la oficina y de lo que se les olvida meter en la maleta. Pero las vacaciones son sólo eso, vacaciones y no un milagro. Por ello los especialistas recomiendan evitar el "debo hacer" por el "me gustaría hacer", no idealizar esos días ni forzar el cuerpo para intentar aprovechar al máximo el descanso y sobre todo, avisar a jefes y compañeros de que no quieren recibir información de la compañía y que por nada del mundo abrirán el Pc.