Comprar productos por Internet reduce un 35% las emisiones de CO2 a la atmósferaMADRID. La diferencia medioambiental entre ir a la tienda y comprar un producto o hacerlo desde el ordenador a través de un comercio online es del 35 por ciento. Un estudio realizado por el Instituto Estia-Via para la Federación de Comercio Electrónico y Venta a Distancia afirma que las compras por Internet reducen un 35 por ciento las emisiones de CO2 a la atmósfera respecto a las compras tradicionales. Para obtener estos resultados, los responsables del informe han comparado un total de 5.400 compras online respecto a la compra clásica -es decir, la que incluye el viaje al supermercado-. Una tienda de comercio electrónico utiliza menos energía que una tienda normal; además el transporte de la mercancía hasta el domicilio del cliente consume hasta un 40 por ciento menos de combustible que un viaje normal al centro comercial realizado por cientos de personas. Asimismo, los negocios online utilizan el 30 por ciento menos de energía que una tienda a pie de calle, pues los supermercados normales consumen luz eléctrica y aire acondicionado. Además, al comprar por Internet el usuario puede evitar las aglomeraciones humanas que hacen necesario esta clase de consumo energético, contribuyendo a la reducción de emisión de gases. El transporte colectivo de muchos pedidos hasta el domicilio del cliente consume hasta un 40 por ciento menos de combustible que un viaje familiar al centro comercial realizado por cada compra. Esto es así debido a que, según datos proporcionados desde la empresa suiza Leshop, cada vez que se compra de manera electrónica en vez de desplazarse con el automóvil, se ahorran 3,5 kilos de CO2. La reducción de las emisiones de dióxido de carbono por las compras online podría ser equivalente a que se quedaran en casa por un día el 63 por ciento de los trabajadores estadounidenses. Un ahorro sobre el papel Este ahorro energético aún tiene largo recorrido, ya que el comercio electrónico representa apenas una media del 3 por ciento en los países desarrollados, según los datos del estudio. Otro dato relevante es que las compras por Internet también emiten facturas, pero al ser electrónicas se evita en un porcentaje relevante el consumo de papel y la tala de árboles que necesitan las fábricas papeleras. La fabricación de billetes a nivel mundial requiere 300 millones de toneladas de papel al año. Cuando se realiza una compra digital, se evita el uso y deterioro de los billetes físicos, con lo que se contribuye a conservar el papel moneda que ya está en circulación. Sólo el estado de California podría reducir así hasta 175 millones de toneladas de desperdicio tan sólo en papel.