Un estudio de Ernst & Young muestra el interés creciente por los fallos en la privacidadMADRID. Después de algunos escándalos sobre datos confidenciales de clientes que han visto la luz por una mala gestión de la información de las compañías, éstas vigilan de cerca cada aspecto que pueda influir en sus políticas de seguridad de la información. La confidencialidad y la protección de datos personales constituyen las principales preocupaciones que quitan el sueño a las compañías en temas de seguridad sobre la información que manejan de sus clientes, según el IX Estudio de Ernst & Young sobre Seguridad de la Información. La publicidad mediática relacionada con fallos de seguridad y que derivan en la filtración no autorizada de datos personales de clientes y una legislación cada vez más estricta al respecto, llaman la atención de las empresas y contribuye a que sean más activas en la implantación de procedimientos formales para preservar la confidencialidad y protección de datos. El estudio marca las prioridades que deberían adoptar las empresas ante la posible fuga de datos. La integración de las políticas de seguridad sobre información en la estrategia de la empresa sería el primer paso para evitar fugas informativas.