MADRID. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que 600 millones de personas activas en el mundo, es decir una de cada cinco, trabajan más de 48 horas a la semana. A menudo en busca de ingresos que les permitan llegar hasta fin de mes y soportando jornadas "excesivas", según las conclusiones de un nuevo estudio sobre horas de trabajo que bajo el título Working Time Around the World: Trends in workinghours, laws and policies in a global comparative, señala que alrededor de un 22 por ciento de la fuerza de trabajo mundial, -unos 614,2 millones de trabajadores- pasa "interminables horas" en su puesto de trabajo. En el documento, la OIT señala también que las jornadas de menor duración "tienen efectos positivos" e incluyen beneficios para la salud y la vida familiar, la reducción de accidentes en el lugar de trabajo, así como mayor productividad e igualdad entre los sexos. "La buena noticia es que ha habido progreso en la regulación de la jornada normal en países en desarrollo y en transición, pero las conclusiones de este estudio son preocupantes, en especial por la persistencia de una cantidad excesiva de horas que se dedican a trabajar", afirmó en este sentido uno de los coautores del estudio, John C. Messenger, investigador del Programa de la OIT sobre Condiciones de Trabajo y Empleo. El estudio analiza las horas de trabajo en 50 países, y por primera vez la manera en que se ven influenciadas las políticas relacionadas con la duración de la jornada en países en desarrollo y en transición. Por países donde se registró la mayor incidencia de jornadas laborales extensas entre 2004-2005 -con más de 48 horas a la semana-, Perú encabezó la lista con el 50,9 por ciento de los trabajadores, seguido por la República de Corea, Tailandia y Pakistán.