londres. No es habitual que en Reino Unido se construyan parques temáticos. Y menos aún inspirados en algunos de sus escritores de referencia. Como mucho, se habían reconvertido en museos y lugar de peregrinación las casas donde nacieron o vivieron autores reverenciados como Shakespeare, Jane Austen, las hermanas Bronte o personajes como Sherlock Holmes. Incluso hay una ruta en el este de Londres de Jack el Destripador. Pero no se había creado una atracción de masas.Desde el pasado 25 de mayo, Charles Dickens, uno los escritores ingleses más venerados y populares de todos los tiempos, ya tiene su parque temático, Dickenslandia, un proyecto que ha costado 90 millones de euros y sobre el que se han creado grandes expectativas, como la de recibir una media de visitas anuales en torno a las 300.000 personas. Los más puritanos critican que el parque banaliza su figura y su obra, que lo disneyliza, y reclaman la lectura de sus libros como único camino para acercarse a Dickens. Aunque para Kevin Christie, el empresario detrás del proyecto, esta crítica carece de fundamento. Recuerda que Dickens era un personaje populista que escribía las novelas por fascículos para que todo el mundo las pudiera leer y que si hubiera vivido hoy tal vez hubiera trabajado en la televisión para llegar al máximo número de personas. Y que él mismo hubiera creado este parque.El mejor y el peor de los mundosDickens World, o El mundo de Dickens, es un intento de reproducir "el mejor y el peor de los mundos", que es lo que el genial escritor y periodista escribió en la introducción de su novela Historia de dos ciudades. En la próspera Inglaterra victoriana del siglo XIX en la que vivió, Dickens se decantó por describir "el peor de los mundos", el de Londres, en el que la sociedad no era tan próspera.Se trata de una atracción construida en una nave abandonada en lo que hasta ahora era un páramo de la localidad portuaria de Chatham, al este de Londres. Se inscribe en el proyecto urbanístico de la olvidada zona de los astilleros y se contempla la construcción de nueve salas de cine y restaurantes.Dickens World es el resultado de muchos años de trabajo creativo, que parten de una idea de Gerry O'Sullivan-Beare, a quien se le ocurrió crear una atracción a partir de los libros de Dickens. Él mismo se encargó de diseñar el proyecto. Kevin Christie se hizo cargo del mismo en el año 2000. Primero intentó construirlo en pleno corazón de Londres, en la estación de King's Cross, pero tuvo que abandonar esta idea por el excesivo precio del suelo. Finalmente se ha construido la estación del Eurostar en King's Cross.La elección de este lugar no tiene nada que ver con el azar ya que el padre de Dickens se empleó aquí como oficinista. El propio escritor también tuvo que trabajar en una fábrica de esta localidad cuando tenía 12 años tras el encarcelamiento de su padre. Esta experiencia fue la que inspiró su obra David Copperfield, considerada la más autobiográfica de Dickens.Dickens World pretende reconstruir la Inglaterra de su época a partir de sus personajes, no sólo físicamente sino también a través de los sonidos y de los olores. Para esto contrataron a los principales expertos en Dickens. La idea era asegurarse de que todo sería tal y como lo fue en aquella época: el mismo olor apestoso de las calles, la misma suciedad, la misma miseria, el mismo ruido. Todas las plazas, callejones y alcantarillas parecen sacadas de esa época. También la niebla, la oscuridad y la violencia. Para eso utilizan desde actores hasta robots animados que representan, por ejemplo, las ratas muertas que flotan en las densas aguas del Támesis.En la piel de los personajesPor 18 euros (10 euros para los niños) y un recorrido de cuatro horas, los visitantes pueden visitar la guarida de Fagin, el líder de la banda de carteristas de Oliver Twist, tomarse algo en la taberna de Six Jolly Fellowship Porters, descrita en Nuestro amigo común y sentir los fantasmas de la casa encantada de Ebeneger Scrooge, el anciano avaro y solitario que no celebraba nunca las Pascuas en Cuento de Navidad. También se puede pisar la crujiente madera de la lúgubre escuela de Dothebeys Hall, surgida de la Vida y aventuras de Nicholas Nickleby y comprobar lo mal que lo pasaban los reos de la prisión de Newgate, donde estuvo encerrado Fagin.Todas las calles, tejados, casas, el humo y la niebla pertenecen a la Inglaterra del siglo XIX. En la entrada del parque hay una inscripción con las palabras del dueño del circo Sleary, de Tiempos difíciles, que dijo: "La gente debe divertirse".