madrid. Sólo 37 de cada cien empresas en el mundo miden sus emisiones y menos de la quinta parte (el 19 por ciento) hace un seguimiento de la huella de carbono de sus actividades. Así lo revela la encuesta realizada a nivel internacional por Regus, una operadora de espacios de trabajo. Según el estudio, el 73 por ciento de las empresas españolas dice necesitar reducciones fiscales para el despegue de las inversiones en ecoeficiencia. El 46 por ciento de las empresas de éste y otros países declara que sólo invertiría en equipos de bajas emisiones si los costes operativos fuesen iguales o inferiores a los de los equipos convencionales. Sólo un 40 por ciento de ellas ha invertido en equipos de bajas emisiones y 38 de cada cien tienen una política corporativa en este sentido. La compañía ha presentado más datos relativos al cuidado del planeta: según los cálculos más conservadores, aunque el 38 por ciento del espacio de oficinas está infrautilizado casi todo el tiempo, se lo sigue calentando, refrigerando e iluminando, lo que genera cada año toneladas innecesarias de emisiones de carbono.