Un documento plantea fórmulas para equiparar a los centros públicos y privadosMADRID. Con el Plan de Bolonia en el horno, cada vez queda menos tiempo para unificar los programas educativos europeos, pero primero tendremos que organizar nuestro propio sistema, que no es poco. Y uno de los aspectos a los que no se puede escapar si se quiere lograr un sistema universitario coherente y coordinado es la financiación, un eterno tema de debate y, por qué no decirlo, de cierto enfado, entre universidades públicas y privadas.Partiendo de que es indispensable hacer ciertos cambios en la financiación de los estudios superiores españoles, Pedro Schwartz, director del Centro de Economía Política y Regulación de la Universidad CEU San Pablo, propone una serie de medidas aplicables a la Comunidad de Madrid en el documento de trabajo El Bono Universitario o la Financiación Directa al Estudiante Universitario.Primera sugerenciaLa primera sugerencia es que en lugar de que las ayudas lleguen desde las Administraciones a los centros, vayan directamente a los estudiantes o a sus familias. El segundo paso que recoge Schwartz es el de aplicar una deducción fiscal por gastos de matrícula de hasta un 20 por ciento de la cuota autonómica, siempre con el objetivo de aumentar la competencia entre universidades sin hacer diferencias, ya que, según señala el documento, "la financiación pública se atribuye de forma marcadamente preferente a las universidades públicas". No es una afirmación gratuita: los estudiantes de universidades públicas pagaron una media de 1.230 euros por su matrícula en el curso 2004/2005, mientras que el resto del coste real -más de 6.000 euros- fue asumido por la Administración.Esto no ocurre en las privadas, en las que, según el informe dirigido por Schwartz, "hay que cubrir todos los gastos con los pagos de las matrículas". Y esta no es la única discriminación que señala el catedrático. Otra de las espinitas recogidas en el documento es que la Comunidad de Madrid sólo tiene acuerdos de financiación para proyectos de investigación con universidades públicas.Volvamos a las sugerencias. Y con una muy interesante para todos aquellos a los que se les haga demasiado elevado el coste de un posgrado. Para solucionarlo, Schwartz propone un bono fijo por el que los estudiantes recibirían 2.000 euros cada año para continuar su formación en cualquier universidad nacional o del extranjero, un extra que a más de uno le quitaría de un aprieto.Y seguimos hablando de ayudas, que por pedir, que no quede. Esta vez sobre las becas a la excelencia, que distinguen a los mejores estudiantes con ayudas para estudiar en la universidad... de Madrid. El cambio que sugiere el documento es extender este premio a los mejores de la clase para que puedan irse a cualquier centro de España, o incluso del extranjero.