madrid. ¿Alguna vez se ha planteado qué recorrido hace la moneda que usted introduce en la máquina de café hasta que recibe el cambio (y su dosis de cafeína)? La plantilla de Osés lo conoce a la perfección. Ese camino lo determina una serie de imanes que guían a la moneda con ayuda de unas bobinas que reconocen si se trata, por ejemplo, de un euro o de 50 céntimos, y la llevan a la parte de la máquina que le corresponda. La fabricación de estos mecanismos es la principal actividad de Osés, un grupo navarro ubicado en Peralta que dio sus primeros pasos con el nombre de Bobinados Osés, pero que ha diversificado su actividad con el paso de los años. La ley antitabaco, un problema Su principal cliente es el fabricante de máquinas de vending Azkoyen, a la sombra de la cual nació esta empresa en 1987. La ley antitabaco se está convirtiendo en un importante enemigo para esta pyme de 20 empleados, que ha visto cómo el número de máquinas expendedoras se iba reduciendo en todo el país, lo que ha hecho caer sus ingresos "de forma escandalosa", según apunta la directora general de la empresa, Teresa Osés. Por suerte, hace años que esta empresa inició un proceso de diversificación y ya hay una pequeña parte de sus ingresos (cerca de un 10 por ciento) que no viene de los bobinados. Según explica Teresa Osés, "en 2005 nacimos como Osés RFID. Vimos que Bobinados Osés era intensiva en mano de obra, mientras que esta nueva división lo era en tecnología". Fue su respuesta al elevado coste de la mano de obra, especialmente en su comunidad autónoma, señala. Pero, ¿qué es la RFID? Se trata de una tecnología de identificación por radiofrecuencia. Lo que hace Osés es fabricar los transponders -actividad en la que esta pyme es la primera de España-, uno de los componentes que integran la citada tecnología. Y lo hacen con productos propios y adaptados a las necesidades de cada cliente, según señala su directora general. La tecnología RFID se utiliza para identificar y seguir la trayectoria de los productos (desde quesos hasta piaras de cerdos) hasta que llegan al cliente final. Quesos de Cabrales con chip El de los quesos no es un ejemplo cualquiera. Uno de los proyectos de Osés consistió en implantar sus chips en los Cabrales de una empresa asturiana, de forma que se transmitiese a una base de datos toda la información sobre el producto, desde que era sólo una materia prima hasta su comercialización. De este modo, la empresa que aplica esta tecnología cumple las normas europeas de seguridad alimentaria y proporciona más información al cliente. Este tipo de chips, que también se implantan en ancianos, discapacitados y animales de compañía, tienen su origen nada más y nada menos que en conflictos bélicos pasados. Según explica Teresa Osés,"la tecnología RFID se utiliza desde la II Guerra Mundial en la identificación de aviones, pero hasta los años 70 no se empezó a aplicar a un terreno más comercial". En la guerra, los ejércitos utilizaban estos chips para identificar aviones. La crisis les ha obligado a despedir a parte de su plantilla. Eso ha sido lo más difícil hasta hoy, según la directora general de esta pyme. Plantilla de 'cosecha propia' La mano de obra de Osés, sobre todo en la división de RFID, es muy cualificada, ya que la tecnología que desarrollan es propia: "Nuestros trabajadores tienen para nosotros un alto valor añadido. Los hemos formado aquí y tienen, al menos, la carrera de Ingeniería, bien sea Informática, Electrónica o de Telecomuni- caciones". ¿Exportar? Sí, pero poco a poco. Han hecho intentonas que todavía no han tenido gran éxito y, por otro lado, sus prioridades ahora son otras: sobrevivir y seguir innovando, una de las promesas que se ha hecho Teresa Osés. Un dato curioso: "El 85 por ciento de nuestros empleados son mujeres". ¿Cuál es la razón? "Cuando montamos la empresa en los años 80 todavía estaba vigente el estereotipo de que ellas eran más hábiles en los trabajos manuales. En la actualidad las cosas son distinas, pero sigue habiendo una mayoría de mujeres".