Nueve empresarios pasan a formar parte de la nueva composición de esta instituciónChupa Chups, Panrico y Cortefiel se dan de baja al dejar de tener la condición de familiaresmadrid. Hace algún tiempo, Emilio Botín acudió a un desayuno organizado por el Instituto de Empresa Familiar (IEF). Cuando los representantes de esta asociación le dieron las gracias por asistir, el banquero les devolvió la cortesía y aprovechó para lanzarles un mensaje: ¿Por qué después de tanto tiempo aún no me habéis invitado a ser socio?Dicho y hecho, aunque no haya sido el único. Porque además del presidente del Santander, otros nombres ilustres del mapa empresarial español forman la última hornada de nuevos socios en el IEF, según anunció ayer Fernando Casado, su director general. Algunos de ellos casi no necesitan presentación, ya que han ocupado titulares y páginas de prensa, en algunos casos quizá más de lo que querrían. Son Javier Moll, en representación de Editorial Prensa Ibérica; Arturo Fernández, de Grupo Arturo; Vicente Boluda, de Navieras Boluda; José Antonio Herráiz, de Mahou San Miguel; Román Sanahuja, de Sacresa; Francisco Pons, de Importaco; Modesto Álvarez, de Seguros Santa Lucía, y Luis Portillo, de Zent Inversiones. Bajas de sociosLa entrada de estos pesos pesados coincide con la baja de tres socios: Chupa Chups, Panrico y Cortefiel. La razón es muy sencilla: porque han dejado de ser familiares. La presentación a la prensa de las conclusiones de la Asamblea de Socios del IEF le sirvió a su presidente, Juan Roig, y a Fernando Casado para responder -o al menos atender- algunas cuestiones de actualidad. Como la petición de consenso que han formulado a los dos principales partidos políticos, teniendo en cuenta la favorable situación económica actual y en vistas a que continúe. "Se han puesto de acuerdo en la ley de opas, en la hipotecaria, en lo que se refiere a las Normas Internacionales de Contabilidad... En esto sí. Pero aunque no sabemos las causas sí conocemos las consecuencias de esta situación: que el consenso no existe", apuntó Casado. Alguno de los asistentes pidió la opinión de estos dos empresarios sobre la cuestionada independencia de la CNMV. Casado lanzó el capote con elegancia. "Ya dijo el presidente en su momento que debía prevalecer la independencia de las instituciones que regulan el mercado". De Caprabo, ni una palabraFue en la siguiente pregunta cuando Juan Roig cogió directamente los trastos de matar. "Ahora como presidente de Mercadona, ¿van a comprar ustedes Caprabo?", dijo uno de los asistentes. "Yo estoy hoy aquí con el gorro de presidente de IEF, y no voy a contestar", aclaró rotundo. Tocó la hora de hablar de propuestas, y Fernando Casado aprovechó para recordar algunas que parten de la institución que dirige y en las que se muestran absolutamente a favor, como la bajada de los impuestos directos a cambio de la subida del IVA. Y cómo no, tocaba hablar del hombre de moda, el recién elegido presidente de la república francesa Nicolás Sarkozy, del que destacaron dos de las promesas de su programa electoral: la eliminación del impuesto de sucesiones y la idea de que cualquier tasa no supere más del 50 por ciento de los ingresos, "algo que ya se hace en Alemania", apuntó Casado.