El ex presidente de General Electric apostó ayer por los equipos como el auténtico valor de las compañíasmadrid. "Uno de los hombres más influyentes de la Historia", ésta fue la frase que precedió la entrada en el escenario de Jack Welch ayer en Expomanagement. Con traje oscuro, corbata amarilla y zapatos marrones, Welch volvió a hacer gala de su ácido carisma. Durante casi dos horas y desde su silla, contestó a las preguntas de aquellos asistentes que fueron capaces de enfrentarse a la fina ironía del que es considerado el "hombre milagro" de General Electric. Las risas y los aplausos dieron fe del reconocimiento colectivo. Como siempre, no defraudó. "Las compañías son el verdadero motor de la economía. Hasta donde yo sé, los Estados no generan ingresos", bromeó en una de las primeras observaciones que Welch hizo tras aparecer en escena. Con enorme vitalidad defendió estructuras menos complejas, "es malo tener muchas capas, hay que fomentar organizaciones más planas". En la charla, abogó en numerosas ocasiones por la necesidad de construir equipos fuertes, compuestos por los mejores, "si lo haces así, es más fácil dirigir organizaciones amplias porque no tienes que estar encima de la gente. Cada uno sabe perfectamente lo que tiene que hacer y lo hace bien". Habían transcurrido apenas 20 minutos cuando llegó la gran pregunta, "¿cuál es el error más frecuente de los directivos?". Welch se mostró tajante, "nos educan para ser los primeros en levantar la mano en la escuela, para ser los primeros de la clase, para realizar los mejores trabajos, en definitiva, para ser los mejores. Cuando llegamos a la empresa, nos comportamos tal y como nos han educado, queremos sobresalir. Es un error. Lo importante en la empresa es tu equipo. Por eso, lo sabio es rodearte de gente mucho más lista que tú".A este respecto, para este gurú del management, "lo importante en las empresas es dejar claro a la gente cuál es su sitio y dónde puede llegar. Comunicarse con los trabajadores. Los directivos bondadosos que no toman decisiones necesarias por pura empatía o complacencia acaban siendo un lastre para las empresas y para los propios trabajadores. Hay que enfrentarse a las situaciones".Pero, hubo tiempo para hablar de otros temas. Sobre la discriminación positiva, Welch afirmó no ser partidario "en absoluto" de esta medida. "Se pueden favorecer todos los programas de conciliación que se quieran, estoy de acuerdo. Pero, la mujer debe ser medida sobre la base de sus capacidades. Hay que dar las mismas oportunidades, hay que dejar que la gente elija pero, al final, cuenta el trabajo", aseguró. La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) también fue objeto de análisis, "la principal responsabilidad que tiene una compañía es ganar dinero. Cuando eso ocurre, entonces puedes distribuir ese dinero de diferentes formas". Welch concluyó su intervención con un lema "la fiebre de la victoria". En su opinión, un líder tiene que convencer e ilusionar al equipo, tomar medidas que apoyen sus palabras. Hay que entusiasmar.