¿Su banco no le concede el préstamo que requiere para acometer esa inversión que tanto requiere su empresa? Tal vez lo que necesite sea cambiar de estrategia y acudir a un inversor de capital riesgo. Maite Ballester, experta en inversiones financieras, cree que este tipo de alianzas pueden aportar un valor añadido, además de dinero, a los pequeños negocios.¿La crisis ha hecho que el capital riesgo tenga cada vez más riesgo? La experiencia nos dice que en este tipo de añadas, si inviertes en la fase en la que las empresas están saliendo después de haber tocado fondo, sueles tener unas rentabilidad superiores a las épocas de bonanza. Normalmente la negociación de precio en estas situaciones no es tan agresiva y la necesidad de capital es mayor. Puedes ver oportunidades donde tienes tiempo para analizar con mayor profundidad de lo que lo hemos hecho en épocas en las que había 25 competidores por la misma subasta. Nuestras estadísticas nos dicen que hemos obtenido mejores resultados en épocas de crisis. ¿Las pymes son reacias a la entrada de un socio capitalista de estas características? Yo no creo que sean reacias, lo que ocurre es que en España continuamos teniendo una presencia de capital riesgo muy baja con respecto a otros países. Eso es fundamentalmente por falta de conocimiento. En el año 96, que fue cuando empezó a crecer este sector, había ejecutivos que no sabían ni que existíamos. También es cierto que entonces teníamos una generación de directivos quizás menos preparados que la de ahora. Ahora todo el mundo tiene un máster o varios y ese proceso de educación superior ha producido una mayor conectividad con otros países. También había quien tenía una empresa familiar y pensaba que permitir la entrada de capital riesgo a su negocio iba a ser percibido como un fracaso. Esto va por modas. Igual que se puso de moda tener un coach, también se pone de moda tener un socio financiero. Ahora somos una opción. ¿Para una pyme que necesita financiación urgente, acudir al capital riesgo es una buena herramienta en época de crisis? El capital riesgo es una buena herramienta, pero no sólo por el dinero, que da una posición de fortaleza para restructurar el balance actual y conseguir deuda para expansiones, sino también porque puede ayudar a la pyme a salir a mercados exteriores, porque va de la mano de alguien que tiene experiencia. El capital riesgo tiene una red de contactos ejecutivos muy importante del que se puede beneficiar el empresario. No es sólo el dinero. A nadie le gusta que le digan cómo tiene que hacer las cosas, pero un socio financiero de capital riesgo puede aportar mucho en la estrategia empresarial, porque tiene un plus de experiencia en situaciones similares. También depende de si el empresario es receptivo a mejoras o sólo quiere el dinero. Pero normalmente las pymes no son reacias, porque buscan un socio que les ayude a salir. ¿Hay suficiente dinero en forma de capital riesgo para abastecer al tejido empresarial o se ha visto recortado con la crisis? Hay 54.000 millones de euros de capital riesgo circulando por Europa en espera de encontrar un sitio donde ser invertido. Es un dinero que hay que poner en marcha. ¿Qué protagonismo va a tener el capital riesgo en la salida de la crisis? En España pintamos muy poco en el PIB, con un porcentaje de 0,217%. Estamos en un estado embriónico. Pero en la pyme jugamos un papel importante, porque para la pequeña y mediana empresa conseguir un socio que le ayuda a diversificarse y crecer es algo que no corresponde al gobierno, sino a las empresas privadas. ¿Hay grandes oportunidades de inversión para el capital riesgo? Hay grandes oportunidades, por ejemplo para consolidar sectores muy fragmentados, donde entras en minoría en una empresa, o compras el ciento por ciento y ayudas a comprar pequeñas compañías muy fragmentadas en un sector donde de repente te encuentras más consolidado para poder operar fuera. Un ejemplo es el sector funerario, donde puedes agrupar empresas familiares y crear un grupo funerario muy importante en España. Hay sectores donde ahora, con la crisis, se lamentan de los excesos cometidos en época de bonanza. En el sector del capital riesgo, ¿también se han producido operaciones impulsivas? En este sector nos equivocamos como se puede equivocar todo el mundo, pero nadie se tira a la piscina sin agua. Tenemos unos comités de inversión que no te dejan arriesgarte tan alegremente. Puedes tener fallos con variables exógenas a tu análisis, pero aquí no se hacen las cosas a tontas y a locas para comprar barato porque haya que vender también rápido. Éste no es un sector de plazos cortos, sino que hablamos de inversiones a siete y ocho años. Comprar y vender una empresa es un proceso largo de iversión, de maduración y de venta; hay poco margen para la especulación que puede haber ocurrido en otros sectores. Lo que sí hay son empresas que hemos sobrepagado.