MADRID. El día amaneció ayer bastante nublado. Pero en el Centro de Formación en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de la localidad madrileña de Getafe, a falta de luz natural, se palpaba calor en el ambiente. El calor de los aproximadamente 1.800 participantes inscritos en el Día del Emprendedor, cuya parada fue ayer en la Comunidad de Madrid. El primer plato del día fue una obra de teatro en la que se escenificó en clave de humor la puesta en marcha de un negocio. Dos náufragos -Pedro y Pablo- que vencían el tedio de estar perdidos en alta mar haciendo despertar su espíritu emprendedor. Un espíritu que se plasmó en la creación de una piscifactoría y que arrancó los aplausos y las risas del público que abarrotó el salón de actos. Mientras, decenas de jóvenes y no tan jóvenes hacían cola de forma educada en los distintos stands dispuestos a llenar las bolsas con las que la organización les obsequió al llegar -incluía el programa, una libreta y un bolígrafo-. Uno de los más abarrotados era el de Caja Navarra. La entidad lo tenía todo preparado para llamar la atención del público asistente. Dos mimos daban la bienvenida a los asistentes y les conducían al stand, en el que el personal de la caja prometía que en sólo dos horas diagnosticarían si su proyecto empresarial es viable. Aún no eran las doce de la mañana y ya llevaban examinados una veintena de proyectos. "Mucho sector servicios, sobre todo comercio. Y algo de tecnología. Eso sí, casi todos los negocios que se proponen son a través de Internet", cuentan dos chicas de Caja Navarra a las que les esperan un montón de planes de negocio aún por revisar. En el público se mezclaba acento madrileño, -del sur, nada que ver con el de la capital-, suramericano, de Europa del Este e incluso alguno difícil de detectar con sólo escuchar unas cuantas palabras. La mayoría, con ganas de hablar. s El camarero y el inventorMiguel Ángel ha sido camarero "hasta hace dos días". La última idea de su padre, que es inventor, es un soporte jamonero en el que Miguel Ángel tiene puestas todas sus esperanzas. Lleva unos cuantos cursos a sus espaldas: técnicas de venta, creación de empresas y política de costes, entre otros. Tardó un mes y medio en constituir una empresa pero ahora está enfrascado en las licencias y en los permisos del local. "Aquí hay mucha información sobre financiación y formación, pero de lo que yo busco, poco", dice. En Caja Navarra afirmaron que su idea tiene visos de triunfar. s Una 'madrileña' de TogoHortense Djomeda nació en Togo, pero lleva 18 años en Madrid. Siempre ha trabajado como autónoma, pero en enero nació su empresa, Oka Consulting, una firma que ofrece servicios de consultoría de comunicación, servicios lingüísticos y cursos de idiomas. Un proyecto ambicioso teniendo en cuenta que por el momento está ella sola. "Mis amigos trabajan por cuenta ajena y ninguno está dispuesto a arriesgarse por esto", confiesa. Al menos aclara que no ha necesitado mucha inversión para su consultora: "He montado un pequeño despacho en casa y sólo he comprado algo de material de oficina". Tramitar su empresa le ha llevado cerca de un mes. ¿Mucho papeleo? "Sí, pero es que a mí cualquier papel me supera", dice con una sonora carcajada. s El buen pagador:Jim Trujillo es peruano y viene con las ideas claras: quiere financiación. En concreto, 17.000 euros. Un dinero que necesita para montar una empresa de mensajería, un sector en el que ya ha trabajado por cuenta ajena. "La clave está en la cantidad de mensajeros. Hay pocos y aun así están mal pagados. No se sienten valorados, salvo los que trabajan para Seur, MRW y Nacex, que además pagan bien. Por eso no se van", dice rotundo. Así que insiste en que quiere pagar un poco más o "al menos igualar los buenos sueldos que existen en el mercado".s Una pedagoga 'reciclada':Beatriz está un poco decepcionada con la jornada. Después de su visita al stand de Avalmadrid y al de Caja Navarra no ha obtenido la información que buscaba. "Si lo sé no vengo", afirma con gesto de resignación. Esta pedagoga quiere embarcarse en la aventura de vender camisetas a tiendas multimarca; un proyecto para el que ha tirado de amigos: el que diseña, el que asesora sobre asuntos económicos... "Hasta que no consigues financiación no se puede poner en marcha una idea", aclara. Es la hora de los talleres. En el de creatividad, Paco de Andrés pide a los asistentes que provoquen con sus ideas de negocio. Uno de los grupos propone crear una escuela de baile para sordos; otro, un servicio de comida a domicilio con stripper incluido. Se ve que le hicieron caso.