madrid. El pasado 10 de febrero de 2009 se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la Orden mediante la cual, a partir de ese día, sería obligatorio que todas las empresas españolas publicaran y presentasen sus cuentas y memorias en formato digital, mediante la firma electrónica reconocida. Esta imposición supone un avance pionero en España ya que, actualmente, es el único país que está obligado a adoptar el cambio, un cambio que conllevará un gran ahorro de tiempo, papel, accesibilidad o comodidad, entre otros. Los resultados de los últimos meses ya empiezan a conocerse, arrojando unos efectos muy optimistas: actualmente el 70 por ciento de las compañías españolas se han cambiado al formato digital, y es que, aunque se deba a una Orden, muchas pymes aún no han podido aplicar la reforma que, por suerte, presenta gran flexibilidad. El sistema que el Estado ofrece junto a algunas compañías es conocido como "estándar XBRL, un método de comunicación modelo que permite la transmisión y la publicación de los datos de la empresa desde cualquier ordenador que lo tenga instalado.