En una tienda de Roma se venden numerosos productos elaborados en las tierras expropiadas a la mafiaroma. Hay un lugar en Roma que simboliza la revancha que los italianos se han tomando contra sus mafias. En el corazón de la ciudad, a pocos metros de la plaza Venecia y del Coliseo, está suscitando mucho clamor una pequeña tienda que desde noviembre vende productos provenientes de las tierras confiscadas a los más temibles mafiosos como Bernardo Provenzano, Matteo Medina Denaro y Totò Riina.Miel perfumada con frutas, vino blanco seco, aceite de oliva virgen, harina y pastas caseras, berenjenas al aceite o con tomate provienen de la agricultura biológica de esas tierras del sur de Italia y se venden por unidad o en sacos de 15, 25 y 40 euros. "Es una iniciativa que está teniendo mucho éxito. Hasta ahora 5.000 personas han visitado este comercio y en vísperas de las fiestas, la facturación llega hasta unos 1.000 euros diarios", dice orgullosa Antonella, la voluntaria que atiende por la mañana.Gracias a las víctimasEn 1996, un puñado de familiares de víctimas de la mafia, entre otros Rita Borsellino -hermana de Paolo, el juez antimafia asesinado en 1992-, logró que el Gobierno italiano aprobara una ley que prevé que las tierras confiscadas por la justicia sean entregadas a cooperativas o asociaciones de jóvenes en dificultad, sobre todo ex toxicómanos. De 1996 a 2005, han sido confiscadas más de 6.600 tierras agrícolas, 700 empresas e inmuebles por valor de 150 millones de euros. A la Asociación Libre Contra las Mafias, con sede en Roma, que reúne cinco cooperativas, le han entregado 500 hectáreas de campo, expropiados en las regiones sureñas de Calabria, Puglia, Campania y Sicilia, entre las más afectadas por las mafias. Y con dinero de la Unión Europea, esa asociación contrató hasta ahora a 100 jóvenes desempleados para que integren cooperativas agrícolas.Cuando los mafiosos Bernardo Provenzano y Matteo Messina Denaro eran los propietarios, las tierras de los pueblos sicilianos de Corleone y de Castelvetrano eran símbolo de su poderío, y si fuesen vendidas ahora podrían recaudar una buena fortuna. Hoy allí se produce y se vende un excelente aceite de oliva virgen, una harina elaborada con antiguas técnicas artesanales y un vino tinto que lleva el nombre de Placido Rizzotto, inspirado en un nombre del sindicalista secuestrado y asesinado por la mafia en el año 1948 porque defendió la ocupación de tierras por parte de los campesinos sicilianos.Otro ejemplo es el de Totò Riina, arrestado en 1993 y condenado a cuatro cadenas perpetuas, quien poseía una pomposa villa en el centro de Corleone, una parte de los bienes que le fueron confiscados. Transformada en una universidad agraria en los 90, ha formado a jóvenes desempleados del lugar en las labores del campo.