Un cemento especial podría reducir a la mitad la polución de la capital de EspañaMADRID. Hay cosas que a uno le cuesta creerlas pero ahí están. Como un cemento que devora la contaminación, que ya se utiliza en países como Francia e Italia y que la pasada semana fue presentado en España. Es un cemento muy especial: como las plantas, necesita luz para funcionar. Y, también como ellas, utiliza una especie de clorofila, el principio catalítico que incluye entre sus componentes. Ángel Fernández, responsable del proyecto Tx Active para España, lo explica de este modo: "Es algo similar a lo que ocurre con la fotosíntesis; usa la luz del sol y el dióxido de carbono de la atmósfera, y mediante un catalizador -el equivalente a la clorofila en las plantas- se forman compuestos altamente oxidantes y se descomponen los gases que forman la contaminación". Ese principio ya se utiliza en otras industrias como la del metal y la del vidrio. La novedad ha sido aplicarla al cemento, que es el material más utilizado: se usa más que el agua, la madera y los metales. Y es un material, además, muy contaminante.Fachadas que se limpian solasLa empresa Financiera y Minera (Fym) desarrolla en España este proyecto, que pertenece a la italiana Italcementi, de la que Fym es filial. Fernández asegura que "si se recubriera el 15 por ciento de una ciudad como Madrid de este material (en fachadas, adoquines, pavimentos...) la contaminación podría reducirse a la mitad".Y eso no es todo: este cemento se limpia a sí mismo; las fachadas no se ennegrecen. "El color original de la fachada se mantiene, las manchas de humedad y las provocadas por el humo de los coches y por las calefacciones desaparecen solas".¿Es caro? Más caro que el cemento normal, pero, según explican desde la compañía, comprarlo supondría menos de un 1 por ciento del coste total de obra de un edificio. Concretamente, cuesta entre 0,8 céntimos de euro y 1,2 euros el kilo, en función de si es sólo anticontaminante o únicamente autolimpiador.Por ahora no se vende en este país, aunque pronto lo harán. El material se ha desarrollado dentro de un proyecto promovido por la Unión Europea, dentro del programa europeo de investigación Crecimiento sostenible y competitivo. Un proyecto que ha costado 3,4 millones de euros entre los años 2002 y 2005 y cuyo objetivo es evaluar la descontaminación en el campo de la construcción. Quién sabe, quizá algún día combatamos la polución a golpe de ladrillo.