Cocina de raíz vasca con destellos de modernidadMADRID. Hace ya siete años que el chef Rogelio Barahona se trasladó desde un pequeño local de la zona de Prosperidad (Madrid), a este nuevo y flamante espacio. Amplio y luminoso, tiene dos comedores y su interior está diseñado por el mismo cocinero: botelleros a la vista, acero envejecido, suelo de tarima... un ambiente confortable y relajado, rodeado por zonas ajardinadas. Barahona, vizcaíno de nacimiento, no renuncia a sus raíces, sino que las potencia y presume de ellas. Muestra de ello es la parrilla de carbón de encina que tiene instalada en la cocina. Por lo demás, podemos encontrar una oferta culinaria muy de mercado -suele cambiar la carta una vez al mes como mínimo- y honesta, en la que la sinceridad de su artífice está a flor de piel. Tras 25 años de experiencia detrás de los fogones, sus platos poseen una autenticidad no exenta de toques contemporáneos. Platos como los mejillones de roca con raz al hanout (mezcla marroquí de especias) y estragón fresco, regalan imaginación, mientras la sopa de cebolla roja con tejas de gruyére devuelve a la más pura tradición. Para esta temporada no faltan las alcachofas con colas de cigala, el skrey (bacalao fresco) con romesco o los caracoles a la vizcaína. Aguas, puros y 'jazz' Postres todos hechos en la casa (como la goxúa) y una carta de vinos intensa y rompedora -con referencias internacionales- para dejarse aconsejar y con buenos precios. Mimos al cliente como carta de aguas, infusiones y puros. Buena colección de maltas, rones y ginebras premium para gin-tonics, ahora tan de moda como copa de sobremesa. Barahona deja patente su devoción por el jazz y los jueves por la noche se ofrecen en el establecimiento conciertos de jazz en vivo y cena a 35 euros con bebida aparte. Siempre previa reserva.