TERRITORIO FEMENINOEsther porta Y a está aprobada la Ley de la Igualdad. Pese a las reticencias del PP y de la patronal, por poner dos ejemplos, la norma ya es una realidad. Lo que me temo es que no va a servir de mucho. Me explico: no conozco la ley al dedillo, pero sus artículos están llenos de verbos como fomentar, prevenir, reconocer... Bonitos, sí, pero poco efectivos. Queda muy bien reconocer el derecho a conciliar la vida personal y la profesional, pero yo lo que quiero es que me den facilidades para ejercerlo. De hecho, los populares se han llevado las manos a la cabeza por las normas laborales, ya que observan una injerencia del Gobierno en las empresas privadas y proponen incentivar en lugar de imponer. Pero, hasta en eso la ley no es tan fiera como la pintan. Jesús Caldera habla de política de estímulos, aunque si en cuatro años los empleadores no se portan bien, se tomarán medidas más drásticas. Otro desatino es marcar un tanto por ciento de presencia femenina. Yo quiero el mismo sueldo, la misma capacidad de promoción y el mismo cargo que un compañero varón porque esté igual o más capacitada que él, no por mis cromosomas XX. En fin, que es toda una señora Ley Orgánica, pero dile tú al marido que haga el baño porque por ley debe haber una mayor corresponsabilidad en las obligaciones familiares. A este tema le daba yo vueltas cuando vi la luz y me acordé del carné por puntos. Me explico: ni el endurecimiento de las normativas de tráfico, ni las campañas de la DGT que salpicaban de vísceras los televisores, ni los terribles balances de muertos colgados en las autopistas han conseguido bajar las cifras de accidentes leves y graves como el carné por puntos. Entonces, debería haber un carné por puntos de igualdad. Que tu jefe siempre te endosa marrones a ti mientras se va a jugar al golf con tu compañero, seis puntos menos. Que después de la jornada remunerada, en la doméstica no te echan una mano, seis puntos menos. Y si el señor del caso B es el mismo que el del caso A, se quedaría sin puntos. Y ya veríamos si espabilaba.