barcelona. Los sectores de las nuevas tecnologías y de la construcción son dos ámbitos que las instituciones pretenden abrir a las mujeres emprendedoras. La última edición del programa de subvenciones al empleo "Emprender en femenino" ha concedido 1,3 millones de euros a más de un centenar de mujeres para ayudarles en la creación de su propio negocio. La presidenta del Instituto de la Mujer, entidad concesora de las subvenciones, Rosa Peris, ha asegurado que se trata de "un dinero a fondo perdido para sufragar lo que les ha costado montar su empresa o negocio". La única premisa que se valora para acceder a las ayudas, que van desde los 6.000 hasta los 12.000 euros, es que el negocio haya empezado a funcionar un año antes como máximo. Peris ha recordado que "el dinero que se da es menor que las peticiones recibidas" y que, por tanto, hay prioridad, "no discriminación", para los llamados grupos preferentes, entre los que se incluyen discapacitadas, víctimas de violencia de género o mujeres mayores de 45 años. El sector para el que más se demandan este tipo de ayudas es el de trabajo doméstico (guarderías o cuidado de ancianos, por ejemplo) y el de servicios. Sin embargo, Peris ha reconocido que "intentamos llenar huecos en sectores tradicionalmente masculinos, como la construcción, y fomentar la creación de nuevas empresas en las que prime el uso de las nuevas tecnologías porque estamos convencidas de que es el futuro". La forma jurídica que más utilizan las beneficiarias de este sistema es la de empresaria individual o bien la sociedad limitada.Según Peris, el actual perfil de la mujer emprendedora es el de "una chica mayor de 30 años, que cree que sus condiciones laborales pueden mejorar con el autoempleo, cada vez más preparada y dispuesta a romper estereotipos".