Las impresoras podrían ser las próximas máquinas gravadas por la tasa, según las empresas de electrónicaMADRID. Cuando usted compra un fax, un escáner o una máquina multifunción (impresora, fax y fotocopiadora en una), 15 de los euros que paga por ella (cuyo precio suele rondar los 100 euros) van a parar a los autores registrados en Cedro (el equivalente a la SGAE, pero en lo relativo a derechos reprográficos). El argumento para imponer esa tasa es que estos aparatos permiten copiar libros. Pero en realidad, nadie lo hace, según un estudio de Sigma Dos. Se sacan fotocopias, sí, pero sólo en el 0,9 por ciento de los hogares se ha copiado alguna vez un libro. ¿Y alguien ha visto un top-manta de novelas?Asimelec (la asociación de empresas españolas de electrónica y comunicaciones) presentó ayer el citado estudio y sus responsables insistieron en que "el canon por copia privada no es ningún instrumento de lucha contra la piratería que, afortunadamente, no se realiza en libros". Eduardo Fernández, presidente de la comisión de tecnologías de impresión digital de Asimelec, explica que "de forma tendenciosa se está confundiendo copia privada con piratería. Estamos pagando cerca de 40 millones de euros (entre empresas y consumidores), una barbaridad teniendo en cuenta que se justifica como copia privada". Sin llegar a un acuerdoRespecto a la negociación del canon digital con Cedro, Fernández explicó que "no hemos llegado a un acuerdo, a pesar de que les hemos dado datos reales de cuándo estas máquinas se utilizan para copiar un libro. Nuestra propuesta se basó en valorar el daño real que se hace". En Asimelec consideran que, si el canon es ahora del 15 por ciento, como máximo debería estar entre un 3 y un 5 por ciento. Y hay más problemas: las siguientes afectadas por el canon podrían ser las impresoras, según Agustín González, consultor de Asimelec. González explicó que "en Alemania acaba de rechazarse un canon similar sobre las impresoras. Este tipo de medida lo que hace es poner a España por detrás de otros países". El canon por copia privada sólo existe en cuatro países de la Unión Europea de los 15: Alemania, Austria, Bélgica y España. Desde Asimelec consideran que la consecuencia puede ser que los ciudadanos dejen de compar estas máquinas en España y lo hagan en otros países en los que no están gravadas, o a través del comercio electrónico, que podría ser la salida para escapar del canon.Eduardo González, presidente de la comisión de tecnologías de impresión digital de Asimelec, explicó que el canon no debe servir "para remunerar a las sociedades de gestión, sino que compensa por un daño" que en este caso no existe, el de las copias de libros. "No está pensado para que esas sociedades tengan una recaudación mínima para mantenerse".Desde Asimelec también señalaron que el canon "se aleja de la realidad española, porque los españoles compran más que copian. El año pasado, Cedro recaudó por copia privada más de lo que se recaudó por copia privada en la industria musical". Este periódico intentó ponerse ayer en contacto con Cedro sin conseguirlo.