Es una de las claves para el triunfo de las empresas españolas en Asiabarcelona. Si está pensando en que su empresa pase a formar parte del club de las españolas instaladas en diferentes países de Asia, no olvide gestionar al milímetro los recursos humanos y la contratación de personal en origen. Según el primer estudio sobre la presencia empresarial española en Asia, elaborado por la Casa Asia y la consultores Everis, la contratación de personal para expandir la empresa en un país asiático es una de las principales preocupaciones de las compañías españolas. "Entre los factores de éxito más importantes se encuentra la gestión del departamento de Recursos Humanos y el conocimiento de la cultura local de cada país", aseguró ayer Amadeu Jensana, director del Círculo de Negocios de Casa Asia. Así, casí el 60 por ciento del centenar de empresas recogidas en el estudio recurre a la formación de expatriados para instalarse en este continente, mientras que un 96 por ciento opta también por la formación de empleados locales. Un expatriadoEl estudio cuenta que en Asia la presencia media de expatriados por empresa es de 1,7 y señala que cerca de la mitad de las compañías mantiene "al menos" un expatriado en su sede asiática de manera permanente. El centenar de empresarios entrevistados destacaron que tener un máster o un MBA no es imprescindible para convertirse en expatriado de sus compañías. Los requisitos que más vigilan son el dominio del inglés y que el futuro representante proceda de la matriz de la compañía. El país receptor por excelencia es China, que concentra más de un 75 por ciento de las compañías españolas en este continente. Le sigue India, desde donde operan dos de cada diez empresas que deciden expandirse en aquella parte del mundo. "La mayoría son grandes empresas, pero también hay pymes", señaló Lijing Ye, autora del estudio. Un 34 por ciento de las empresas con presencia en Asia no llega a los 500 empleados y un 63 por ciento opera desde un único país asiático. A pesar de que la inversión en Asia no ha superado el uno por ciento del total de la inversión española en el exterior, Lijing Ye aseguró que la legislación se ha flexibilizado mucho en los últimos años, "especialmente en China", y que las empresas españolas ya no encuentran las trabas burocráticas de hace unas décadas. Aun así, destacó que la propiedad intelectual e industrial continúa siendo uno de los problemas a los que se enfrenta la empresa española que desembarca en Asia. Después de que la compañía de transportes Alsa, ahora en manos de la británica National Express, entrara en Asia en 1984, más de 200 empresas han seguido su estela. Lijing Ye apuntó ayer en la presentación del estudio que la mayoría de ellas inciaban la aventura asiática con un capital económico inferior a un millón de euros y que era "muy difícil" establecer los beneficios de cada una de las firmas españolas ya que lo "reinvierten" en el propio país asiático (43 por ciento) o en sus plantas españolas (21 por ciento). Un 36 por ciento opta por repartir los beneficios entre la empresa matriz en España y las delegaciones en Asia. Unos beneficios que, según la autora del estudio, sólo declaran tener el 17 por ciento de las empresas con delegaciones en el continente asiático.China e India reciben la mayoría de las empresas mixtas o joint ventures que se implantan con socios locales (29 por ciento). En el resto de países del estudio, como Japón y Tailandia, predominan las oficinas de representación y las filiales comerciales. Para Lijing Ye, con la llegada del nuevo siglo, las empresas españolas han optado por instalarse sin apoyo alguno de capital asiático.