La falta de comunicación dificulta el proceso de sucesión en estas compañíasbarcelona. Las relaciones entre empresa y familia y la comunicación dentro de las compañías son dos de los puntos débiles de la empresa familiar en Cataluña. Además, ambos aspectos están menos desarrollados que en el resto de empresas familiares españolas. La radiografía de este tipo de empresas en Cataluña muestra que sólo una de cada cuatro cuenta con un Consejo de Familia mientras que en el resto de España llega al 40 por ciento. Son datos y conclusiones recogidos en el informe La Radiografía de la Empresa Familiar Española, elaborado por el BBVA, el Instituto de Empresa Familiar y Esade. Según se recoge en el estudio, los Consejos de Familia ayudan, entre otras cosas, a apartar las tensiones familiares de la gestión diaria de la empresa y a incluir accionistas y familiares en el mismo saco de decisión.Señala también que las empresas ubicadas en Cataluña dan una especial importancia a las reglas internas y al protocolo, presente en el 40 por ciento de las compañías catalanas recogidas en el estudio. "El protocolo no asegura el éxito, hay que seguir dando importancia a las instituciones", explicó ayer Alberto Gimeno, profesor de Esade y uno de los autores del estudio. A su juicio, "muchas veces", las empresas catalanas se centran en redactar reglas internas y protocolos pero se olvidan de aplicarlos a tiempo por falta de funcionamiento de sus instituciones. Cataluña ha visto cómo algunas de sus compañías más tradicionales han caído en manos ajenas, como Chupa-Chups, o conviven con continuos rifirrafes entre sus miembros por la gestión, como Codorníu.Según el estudio, que ayer presentaron en Barcelona Pedro Fontana, director del BBVA en Cataluña, Joan Corona, del Instituto de Empresa Familiar y el propio Gimeno, entre otros, los entramados familiares catalanes muestran "dificultades" para manejar su comunicación, lo que provoca contratiempos en su futuro. Menos riesgos"Muestran menos énfasis en las reuniones de familia y sin embargo gestionan más a través de las normas recogidas en los protocolos", insistió Gimeno. Un tamaño menor permite a las empresas ubicadas en Cataluña disfrutar de "menos complejidad en la estructura empresarial". El informe, a pesar de los datos expuestos, asegura que "el riesgo en estas compañías es menor en Cataluña". Un riesgo que los autores del estudio han calificado de "estructural", como una tendencia a que los problemas familiares hagan tambalear la empresa.A pesar de que los beneficios medios de las empresas familiares catalanas superan por muy poco la media de las mismas empresas a nivel estatal, la satisfacción de la familia en relación con el desempeño empresarial es menor en el caso de las primeras. Mientras que las españolas muestran una satisfacción de casi un 4 sobre una escala de 5, las catalanas no llegan al 3.